«Estoy dispuesto a ayudar en términos de asegurarme personalmente de que esas personas son atendidas». Con estas palabras, el presidente Joe Biden, se ha referido a los afectados, en un acto celebrado en el estado de Nuevo México.
A unos 70 kilómetros del lugar donde se llevó a cabo el ensayo nuclear hace ya casi 80 años, Biden se ha mostrado predispuesto a conceder ayuda federal a las familias que padecieron las secuelas del Proyecto Trinity, la primera prueba de un arma nuclear por parte de los Estados Unidos.
El ensayo, que tuvo lugar el lunes 16 de julio de 1945, fue la primera explosión nuclear de la historia realizada por el ser humano. La bomba detonada usaba como material fisionable plutonio, igual que la lanzada más tarde sobre Nagasaki, en Japón, el 9 de agosto de 1945, y que explotó a unos 470 metros de altura y devastó el 40% de la ciudad.
Los «downwinders»
La situación de los afectados por aquel ensayo nuclear, así como la de los actuales pobladores de la zona, ha vuelto la primera línea de la actualidad con el estreno de la película «Oppenheimer», que aborda los esfuerzos del físico nuclear J. Robert Oppenheimer para crear la bomba atómica para Estados Unidos.
Todavía hoy, muchos habitantes de condados como Otero, Lincoln, Sierra o Socorro que reciben el nombre de downwinders, señalan en sus testimonios que siguen sufriendo las consecuencias de la radiación, con el incremento de la tasa de cáncer y otras patologías que socavan su salud desde entonces.
Casi 80 años después de la prueba Trinity, el gesto del presidente Biden se suma, según la agencia Blomberg, al proyecto de ley anual de Defensa aprobado por el Senado, que en esta ocasión ampliará la Ley de Compensación por Exposición a la Radiación para incluir a los habitantes de Nuevo México y a las comunidades indígenas de la zona.
