Las previsiones dadas a conocer ayer por el Gobierno prevén que el PIB se sitúe el año que viene a niveles de 2007 pero no el empleo.

España ha cambiado. La han reformado con carácter estructural y eso, dicen, es muy bueno. Tan bueno que el año que viene este país será ya capaz de generar la misma riqueza que antes de la crisis (en términos de PIB) con dos millones de trabajadores menos. Esa es la realidad que encierran las previsiones que el Gobierno facilitó ayer, horas antes del Día del Trabajador, dentro del Programa de Estabilidad 2015-2018 que acababa de aprobar el Consejo de Ministros. El PIB ya crece a tasas cercanas al 3%. En concreto está previsto que aumente un 2,9% este año (frente al 2% que se estimaba oficialmente hasta ahora), “es decir, se volverá a tasas previas a la recesión más larga y profunda en décadas”, explica el comunicado difundido por el Ministerio de Economía. Y como “está previsto que este ritmo se mantenga también en 2016”, continúa, “ya el año que viene se recuperarán los niveles de renta previos a la crisis”. Es decir, se superará una generación de rentas en el año de 1,1 billones de euros. El reparto de esa renta, sin embargo, será muy diferente.

Las previsiones del Gobierno, que serán remitidas a  Bruselas, muestran que ahora se conforma con acabar la legislatura con 15.000 empleos más que cuando llegó al poder, alcanzando los 18,17 millones de ocupados en términos de EPA. Para ello será necesario que se creen este año 600.000 puestos de trabajo. El que viene, explican desde Economía, se prevé otro medio millón de empleos nuevos, lo que llevaría a 18,67 millones de ocupados. ¿Cuántos ocupados había en términos de EPA a finales de 2007, antes de la crisis? 20,71 millones. Dos millones más.

En la legislatura de Mariano Rajoy, siempre según las previsiones del Gobierno, de la foto que muestra la EPA desaparecerán muchas más personas desempleadas de las que aparecerán por creación de puestos de trabajo. Así, si bien el número de trabajadores se situará en los niveles que se encontraron al llegar, el número de parados será de 419.300 personas menos. Y es por esa desaparición de población activa como se logrará que la tasa de paro se sitúe a finales de este año en el 21,1%, por debajo de la del último trimestre de 2011, cuando llegaron al poder.

Dicen los que llevan el timón que la recuperación llega antes a la macro que a la micro y que las rentas se recuperan antes que los empleos. Y advierten de que, o se sigue este ritmo o la cosa se puede torcer. “Es importante mantener el rumbo de la política económica, basada en el efecto combinado de las reformas estructurales, la reducción de los desequilibrios y la creación de empleo como finalidad”, comenta el comunicado de Economía.

Ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, comentó en la rueda de prensa tras el consejo de ministros que España dejó atrás la recesión hace dos años pero no ha dejado atrás la crisis. La salida de esta vendrá por perseverar en sus políticas. Es decir, en la devaluación salarial, las políticas de flexibilidad con el despido, etc. Otra cosa, que no dijo, es cuántos se habrán quedado por el camino cuando se considere que eso ha ocurrido, que España ha salido de la crisis. Feliz Día del Trabajador. 

 

 

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