Un colapso de plásticos, envases, contaminación y los restos de suciedad que han aparecido en su superficie convierten al Parque Natural de l’Albufera en un espacio desolador. Se trata de una «catástrofe medioambiental» ha alertado en la Cadena SER el biólogo Javier Jiménez, experto en el humedal, donde lleva trabajando 20 años. «Esto requiere un reseteo del parque natural», ha asegurado.
«Tras estabilizar o controlar la situación en los municipios afectados, es en estos momentos, una semana después de la tragedia, cuando estamos empezando a asomarnos aquí, y lo que vislumbrados es un espectáculo horrible». Hasta allí ha llegado gran parte del caudal que arrastraba el barranco del Poyo y, con él, cualquier objeto o sujeto que empujaba la corriente. Desde los vehículos que se encontraban en la pista de Silla, enormemente dañada, hasta contenedores y maquinaria del polígono industrial próximo. Elementos a los que se suma la posibilidad de que aparezcan cuerpos humanos. «Por supuesto que puede haber víctimas», ha explicado Jiménez.
«Recuerdo todas las recogidas de basura que hemos convocado con voluntarios y voluntarias que querían limpiar l’Albufera. Toda esa labor de concienciación sobre el uso de los microplásticos y el empeño por recuperar un humedal de aguas cristalinas se ha perdido. Llevamos desde los años 80 luchando por conservar este entorno en un contexto de colapso ambiental, con el crecimiento urbanístico. Esto es de dimensiones infinitamente más colosales. Estamos hablando de que ahora necesitamos hacer una reconstrucción sobre un vertedero, aquí nos queda un trabajo mastodóntico por delante», ha lamentado.
Desde SEO/BirdLife en la Comunidad Valenciana, su responsable Mario Giménez ha confirmado a Diario16 la situación que afecta al Parque Natural, aunque desconocen las consecuencias finales.
El pasado mes de febrero, esta misma organización, con motivo del Día Mundial de los Humedales peidió a las Administraciones que se aborden medidas urgentes para mejorar la situación ecológica de la Albufera, «un humedal que requiere de un plan de acción urgente al igual que otros espacios protegidos como Doñana o el Mar Menor, y que sirve de exponente para las demandas de la organización orientadas a garantizar la conservación de unos ecosistemas fundamentales para el bienestar humano».
Ahora, en el momento más crítico, desafortunadamente con más de 200 víctimas mortales y casi 90 desaparecidos, la DANA puede convertirse en la tabla de salvación del humedal si las Administraciones compententes aplican el buen criterio en las actuaciones que requiere la Albufera.