Oriol Junqueras, uno de los líderes del bando independentista, considera que han ganado tanto en escaños como en votos, y cree que han obtenido el mandato ciudadano para actuar de forma unilateral. Aún más allá, el cabeza de lista de las CUP, Antonio Baños, considera que tienen fuerzas suficientes para ignorar cualquier ley española. Estas son algunas de las reacciones y anécdotas salidas de este 27-S.

El líder de Esquerra Republicana (ERC), y número cinco en la lista de Junts Pel Sí, Oriol Junqueras, se mostró este 27-S lo bastante legitimado por los resultados electorales como para seguir adelante con todas las consecuencias para «hacer la independencia». Junqueras manifestó en el discurso tras conocerse el signo de los resultados que «el Sí ha ganado en escaños y ha ganado en votos» a pesar de que tan solo ha obtenido el 47,86% de los votos (con el 98% escrutado).

¿Cómo es posible? Porque los independentistas consideran que por un lado está su 47,86% explícito a favor del Sí, pero sin embargo en su opinión en el No tan sólo están las formaciones PSC, PP y Ciudadanos. A Catalunya Sí que es Pot (CSQP) la coalición rupturista le considera como un voto en blanco o que por lo menos no era contrario de inicio a la independencia. Ante las cámaras de La Sexta, Íñigo Errejón desmontaba la tesis y dejaba claro que los votos a CSQP no eran un no sabe/no contesta, sino una negativa clara a una declaración unilateral de independencia.

Sin embargo, a esa misma línea se sumaron tanto el expresidente Artur Mas (que con 62 diputados necesitará de la CUP para gobernar) como el cabeza de lista de JxSí, Raül Romeva. «En términos de escaños está claro que hay una responsabilidad de ejercer el mandato de la ciudadanía», señaló el exeurodiputado, quien consideró que hay fuerzas y legitimidad para seguir hacia adelante con los planes del proceso secesionista, que contempla 18 meses para ir construyendo estructuras de estado y después someter a votación una constitución de una Cataluña independiente.

Esta interpretación de los resultados, sin embargo, no la comparte Antonio Baños, cabeza de lista de la CUP. En una intervención en la televisión local 8tv reconoció que se ganaron las elecciones autonómicas, pero «el plebiscito no«. Aún así, el líder independentista anticapitalista se mostró confiado en desarrollar una legislatura de ruptura con la legalidad española. Baños anticipó su intención, en connivencia con otras fuerzas secesionistas, de no acatar y desobedecer las leyes españolas que consideren injustas. También dejó claro que no apoyará a Mas en la investidura, y avanzó que «otros catalanes» pueden ser presidentes. ¿Las opciones que están sobre la mesa? Todos los comentaristas ponen a Oriol Junqueras y a Raül Romeva como principales alternativas.

En cuanto a Xavier Albiol, el candidato popular, reconoció que no se cumplieron sus expectativas: «No son los resultados que esperábamos y que queríamos». Aunque la cuenta en Twitter del partido en Cataluña se pasó inactiva casi toda la jornada inactiva, la voluntad de transparencia del candidato quedó clara tras conocerse su agenda de entrevistas para la jornada postelectoral.

«Yo soy español español español» en C’s

La jornada electoral, marcada por una participación históricamente alta, dio pie a multitud de reacciones y anécdotas. Como por ejemplo la celebración de los resultados por parte de la militancia de Ciudadanos, cantando entre otros lemas «Yo soy español español español», «Cataluña es España» o «Arrimadas presidente».

Arrimadas, una de las grandes triunfadores de la noche electoral (C’s pasó de 9 a 25 diputados) se mostró convencida de que el resultado obtenido en Cataluña es la antesala de lo que está por llegar en el conjunto de España. Además, consideró amortizado al president Artur Mas y demandó públicamente que se convoquen cuanto antes unas nuevas Elecciones Autonómicas (esta vez no en clave plebiscitaria) de forma que se puedan confrontar los proyectos políticos para ejercer el poder ejecutivo en la Generalitat catalana.

Votaciones de incógnito y rodeadas de banderas

La jornada de votaciones dio pie a situaciones y anécdotas de todo tipo. Una de las más tensas fue la vivida por el presidente saliente de la Generalitat, Artur Mas, quien tuvo que ejercer su derecho a voto rodeado de banderas españolas. Y es que un grupo de simpatizantes del partido españolista VOX increpó al líder convergente durante el momento de su votación. Mas tuvo que esperar cerca de media hora a poder votar debido a la cola que se había formado, y esa espera fue aprovechada por quienes protestaban para hacer proselitismo de sus ideas mientras las cámaras grababan al president.

Mucho más tranquila fue la votación de otro expresidente de la Generalitat. Y es que Jordi Pujol ejerció su derecho a voto en un colegio electoral distinto al que habitualmente utilizaba. De esta forma, y a pesar de que la expectación alrededor del antiguo líder nacionalista catalán es máxima debido a sus problemas con Hacienda, éste se libró de la presencia de la mayoría de cámaras y periodistas gracias a este voto de incógnito.

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