La oposición se une para reprobar a Fernández Díaz, tumbar los vetos de Moncloa a dos iniciativas parlamentarias y reclamar la reforma «integral» de los permisos de maternidad y paternidad. El PP ve en esos hechos una “buena muestra” de lo que puede ser esta legislatura y Podemos da por hecho que no durará más de dos años.

Martes horribilis del PP en el Congreso. El partido de Mariano Rajoy vivió una jornada parlamentaria llena de reveses: en la Mesa, en la Comisión de Interior y en la sesión plenaria. Todo un adelanto de lo que puede ser esta legislatura, por mucho que los populares acaben logrando la reelección gracias al viraje socialista. En la Cámara baja se ha configurado un bloque de 178-180 diputados (PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDC y PNV, con el eventual añadido de EH Bildu) que amenaza con ser la némesis del PP y el gran contrapeso a su Gobierno.

A ellos se suma Ciudadanos -necesitado de visualizar un proyecto autónomo tras su pacto con Rajoy- cada vez que los populares incurren en “formas propias de la etapa de la mayoría absoluta” o se distancian del ideario naranja. Su portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, directamente les aconsejó que “vayan interiorizando” el nuevo escenario si no se quieren “topar siempre con una mayoría en contrario”.

Ciudadanos aconseja a Rajoy cintura para no toparse “siempre con una mayoría en contrario”

Esa mayoría se articuló contra el PP ya en la reunión ordinaria de la Mesa, órgano de gobierno del Congreso. Allí se rechazó este martes el veto del Gobierno a dos iniciativas parlamentarias destinadas a paralizar la aplicación de la LOMCE y a reformar el régimen de subcontrataciones públicas. Moncloa había recurrido a la prerrogativa constitucional que le permite vetar propuestas que alteren los Presupuestos para rechazar esas dos y otras ocho propuestas más. La Mesa decidió que en las dos mencionadas no existe tal desviación presupuestaria y pidió información adicional antes de decidir sobre las demás. Fuentes parlamentarias indicaron que difícilmente se decidirá sobre ellas antes de mediados de noviembre. Los tres representantes del PP en la Mesa se quedaron en minoría frente a los seis de PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.

El partido de Albert Rivera explicó que el recurso del PP “está cogido por los pelos” y no justifica que no se admitan a trámite esas iniciativas. Su postura fue decisiva para que el órgano resolviera contra los intereses de Rajoy y supone todo un aviso a navegantes. El Ejecutivo, no obstante, considera que esos vetos no pueden ser tumbados y el asunto puede acabar en un nuevo conflicto que requiera la mediación del Tribunal Constitucional. Algo similar a lo que ocurrió la legislatura pasada -y tuvo su reflejo también en esta recientemente- respecto al control parlamentario al Gobierno.

Pero ese fue solo el primer revés que recibió el PP. Poco después, en la Comisión de Interior, vio como toda la oposición apoyaba una iniciativa del PDC –la antigua Convergència- para reprobar al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y reclamar su cese. El motivo, “sus acciones y actitudes antidemocráticas y faltas de ética política, en contra de quienes piensan diferente”.

Eso es lo que reflejaron, a juicio del PDC, las conversaciones difundidas en agosto entre Fernández Díaz y el exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. La proposición no de ley (PNL) aprobada concluye instando “al presidente del Gobierno en funciones a cesar de inmediato al ministro del Interior en funciones”. En el anterior pleno del Congreso ya se aprobó crear una comisión de investigación sobre los hechos señalados. Díaz es sin duda uno de los miembros del Gabinete que más rechazo despierta en el resto de partidos. La Comisión de Interior también aprobó una PNL para instar al Gobierno a derogar la Ley de Seguridad Ciudadana –Ley mordaza– con la abstención de C’s y la única oposición del PP.

Dos PNL’s aprobadas

Además de eso, salió adelante en el pleno una PNL de Unidos Podemos para reformar los permisos de maternidad y paternidad de forma «integral». La apoyaron, previa enmienda transaccional, el PSOE y los soberanistas. Se abstuvieron los diputados de Ciudadanos y los de un PP que se dijo “de acuerdo en el fondo, no en la forma”. Pese a respaldar la ampliación y equiparación de esos permisos, los populares abogan por abordarlo en el marco del Pacto de Toledo y de forma escalonada para evitar un gran impacto presupuestario. “El todo gratis no existe”, señaló en la tribuna la encargada de fijar posición en su grupo, Carolina España.

La última de las iniciativas tramitadas fue una PNL del Grupo Socialista para que se inicie ya la reforma del sistema de financiación de las autonomías, pendiente desde 2013. El PP presentó una enmienda que no fue aceptada, al contrario que otras de Ciudadanos y Unidos Podemos. Pese a ello, los populares votaron a favor y evitaron una nueva imagen de aislamiento total en el hemiciclo aduciendo que son proclives a iniciar ya esa reforma, como se ha puesto de manifiesto otras veces, pero que el sistema actual fue concebido para estar vigente hasta 2015, año electoral en que no procedía reformarse.

El PP saca adelante reformas técnicas de la LOREG y la Ley de Estabilidad Presupuestaria

Los de Rajoy solo tuvieron una tregua con las reformas de la LOREG -para evitar hipotéticas elecciones en Navidad- y de la Ley de Estabilidad Presupuestaria -para relajar el objetivo de déficit de las comunidades autónomas-. El Congreso aceptó que ambas, impulsadas por el Grupo Popular, se tomaran en consideración y también que se tramitaran directamente y en lectura única, para que puedan ser aprobadas mañana jueves. La urgencia de estas reformas y el hecho de que sean más técnicas que ideológicas permitió sacarlas adelante. Al fin y al cabo, nadie desea comicios en Navidad -en el improbable caso de que finalmente los socialistas mantengan el ‘no’ al PP- y entre los beneficiarios de dar mayor margen presupuestario a las autonomías está el PSOE, que preside siete de ellas.

Los acontecimientos parlamentarios del martes fueron para el partido de Rajoy una “buena muestra” de lo que está por venir. Rafael Hernando, su portavoz en el Congreso, así lo reconoció y advirtió de que será necesaria la aportación de todos para hacer de esta una legislatura “colaborativa”. El PSOE, por su parte, valoró que el parlamentarismo “funciona” y adelantó que “se va a dedicar” a revertir leyes “retrógradas” del PP. Unidos Podemos fue más allá y vaticinó que, efectivamente, habrá investidura pero de ella saldrá un presidente “débil y de corto recorrido”. En privado, indican que no podrá gobernar durante más de “uno o dos años”. Que las terceras elecciones, en definitiva, no se evitarán. Solo se aplazarán.

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