La Junta General de Accionistas de El Corte Inglés ha dejado muchas sorpresas sobre la mesa de la empresa española de distribución. El beneficio neto ha ascendido hasta los 161,86 millones de euros, con unos resultados brutos de explotación (Ebitda) de 981 millones, lo que supone un 7,8% más. Las ventas han ascendido igualmente un 2% situándose en 15.505 millones de euros. La empresa que dirige Dimas Gimeno ha confirmado que los beneficios son menores porque 178 millones se han utilizado en las bajas incentivadas y voluntarias, que han contado con la aprobación de los sindicatos, de 1.341 empleados y empleadas.
Mas la gran sorpresa de la exposición cuentas de El Corte Inglés ha sido que, por primera vez en los últimos seis ejercicios económicos, ha tenido que abonar el Impuesto de Sociedades a la Agencia Tributaria. Para 2016, la empresa español ha tenido que abonar 15,48 millones del Impuesto, lo que supone un 8,7% de los beneficios obtenidos. En los ejercicios que van de 2011 a 2015 la corporación había tenido un resultado positivo en la liquidación del Impuesto de Sociedades que se elevó a 343 millones de euros devueltos en el periodo. Y ello a pesar de haber obtenido unos beneficios netos de 986,59 millones de euros. En 2013 se obtuvo la mayor devolución con 126,5 millones.
En la empresa explican que estas devoluciones se deben gracias a las deducciones por la doble imposición de las filiales: “La legislación en vigor relativa al Impuesto sobre Sociedades establece una deducción por doble imposición sobre dividendos, así como diversos incentivos fiscales con objeto de fomentar las inversiones”. En esos años la legislación tributaria les benefició con devoluciones sobre el Impuesto de Sociedad, mientras que en el último ejercicio han tenido que abonar la cantidad requerida, aun estando bajo una legislación tributaria similar.
Respecto al posible no cumplimiento de los acuerdos con el jeque Hamad bin Jassim bin Jabar Al Thani, quien representa al fondo catarí que ha entrado en el accionariado de la empresa para poner músculo financiero, y que establecían un Editda del 12%, responsables de la firma aducen que esa cantidad es por el global de los tres años del acuerdo. Por tanto, la valoración se deberá hacer a la finalización del compromiso adquirido, explican. Sin embargo, para cumplir con los compromisos adquiridos el Ebidta de los siguientes ejercicios tendrían que estar muy por encima de ese 12% anual para poder establecer una media que cuadre con lo prometido.
La empresa de distribución se encuentra en un proceso de reestructuración empresarial que tiene como consecuencia la reducción de plantilla, que en los últimos ejercicios ha descendido en 7.633 empleados y empleadas, entre despidos y bajas, la alta deuda financiera que se sitúa en los 3,834 millones, y la fusión con Hipercor. Respecto a la deuda, la empresa entiende que esa cantidad, dadas las ventas y los beneficios obtenidos, es válida para poder trabajar de la forma en que se viene haciendo. Es una fuerte carga pero entienden que es soportable y reducible en los siguientes años.
La fusión con Hipercor, marca creada en 1979 como hipermercado, es una fórmula para optimizar las ventas y la propia distribución del grupo El Corte Inglés. Con la fusión se pretenden evitar las duplicidades que se producen con algunos servicios y productos que pueden ser hallados en distintas plantas de un mismo centro comercial. De esta forma piensan evitar esas duplicidades y que sólo se encuentren los productos en un lugar. Eso sí, advierten que la fusión no provocará ningún tipo de descenso en la apuesta por la innovación y la exclusividad en los lineales de la marca Hipercor.

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