Cuando se habla de revoluciones, el imaginario popular lleva su mente a barricadas y violencia, a hordas de personas asaltando los centros de poder, con o sin el apoyo de las fuerzas armadas. Sin embargo, a lo largo de la historia el pueblo ha conseguido cambiar el escenario político a través de revoluciones pacíficas como, por ejemplo, la Revolución de los Claveles de Portugal en el año 1974.

Lo que es más raro es que la revolución venga desde el poder. Eso es lo que está sucediendo en República Dominicana. El presidente Luis Abinader está implementando, con un nuevo estilo de gobernar, un modelo de gestión con el que está logrando superar las distintas crisis sin que la ciudadanía sufra las consecuencias tanto de la pandemia como de la guerra en Ucrania.

Este nuevo estilo de gobernar de Luis Abinader, por el que, por ejemplo, se han creado más de 400.000 nuevos empleos desde agosto de 2020 y se ha incrementado el salario mínimo de los trabajadores de diferentes sectores clave para el crecimiento económico de República Dominicana.

Abinader ha logrado, desde que es presidente, un crecimiento exponencial de la economía dominicana con niveles muy superiores que los de grandes potencias como Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido o Canadá, según muestran los datos del Fondo Monetario Internacional.

Esta estabilidad económica y social han tenido como consecuencia la entrada de inversiones extranjeras en un volumen desconocido hasta ahora en República Dominicana. Lo mismo se puede afirmar del crecimiento exponencial de las exportaciones. Abinader ha logrado que el país no sea sólo un destino turístico, sino que la economía se sustente sobre otros pilares que garantizan la estabilidad en el medio y largo plazo.

El hecho de que estas cifras se hayan producido en medio de una época de incertidumbre y crisis global han provocado que las grandes potencias se fijen en República Dominicana como un punto de referencia para implementar medidas similares en sus países. Las políticas de Luis Abinader se analizan en los pasillos del Capitolio y han sido puestas como ejemplo por dirigentes como Joe Biden o Pedro Sánchez, por citar algunos.

Esto no habría sido posible sin una comunicación internacional eficiente, inteligente y eficaz. Abinader no habría logrado el éxito que está obteniendo sin el trabajo sobre el reconocimiento a su labor incansable sin las estrategias implantadas desde la razón sin miedo  del Departamento de Comunicación Internacional (AICP-Diecom Internacional).

En el mundo actual todo está interconectado y la comunicación es fundamental, tanto a nivel interno, como, sobre todo, a nivel internacional. De no hacerlo, el resultado es el aislamiento absoluto y, en consecuencia, quedarse atrás en el desarrollo geopolítico lo que, evidentemente, tiene gravísimos efectos.

Por ello, la labor que está realizando el Departamento de Comunicación Internacional es la clave principal del reconocimiento internacional de Luis Abinader. Gracias a las estrategias comunicativas basadas en técnicas de creación propia, por un lado, y aplicadas en diferentes organismos públicos, por otro, la popularidad del presidente de República Dominicana ha traspasado las fronteras del país.

Diario16 ha sido uno de los medios de comunicación que ha servido como plataforma de comunicación. Las piezas publicadas desde enero de 2022 han sido vistas en 192 países, entre los que destacan, España, México, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Francia, Alemania, Reino Unido, Portugal, Italia, Suecia, Brasil y, por supuesto, República Dominicana. Además, también se ha visto en territorios que no tienen el reconocimiento de país como Kosovo o Sahara Occidental.

A esto hay que añadir la actividad de comunicación en diferentes idiomas del castellano a través de la colaboración con medios que publican en inglés, francés, italiano o alemán y que tienen sus propias estadísticas de difusión.

Comunicación versus Información

El modelo que desde el Departamento de Comunicación Internacional de la Presidencia de República Dominicana se está aplicando no se basa sólo en la transmisión de información que, al fin y al cabo, tiene un ámbito de consumo muy nacional.

Para que el resto del mundo vea lo que está sucediendo en República Dominicana hay que darle una trascendencia internacional. Las medidas económicas que están garantizando el éxito deben ser analizadas y comunicadas para que las personas que leen esas piezas de comunicación valoren la gestión de Abinader desde un punto de vista en el que se sientan identificados de forma positiva respecto a lo que sucede en sus países.

Esa es la clave que está generando que República Dominicana esté ganando el peso internacional que está logrando. Es evidente que la gestión de Abinader es fundamental, porque si ésta hubiera sido negativa, ni una estrategia perfecta hubiera conseguido los resultados actuales.

Sin una comunicación inteligente y eficaz los resultados de la campaña de vacunación de República Dominicana no habrían sido un ejemplo para el resto del mundo, las estrategias de lucha contra la corrupción no habrían sido alabadas hasta por el presidente de los Estados Unidos, las políticas económicas se habrían quedado en el debate interno y, sobre todo, la estabilidad económica no habría generado la tranquilidad de los inversores internacionales para la toma de decisiones de llevar su dinero a República Dominicana.

Comunicar no es informar, es algo más, y el nuevo estilo de gobernar de Luis Abinader también incluye una revolución en este aspecto. Los resultados están ahí y no hay caudal en el mundo que pueda pagar un servicio tan eficaz. Sólo el trabajo, el análisis diario, la fe y la lealtad lo pueden hacer posible.

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