El Ayuntamiento de Madrid ha reservado 60 millones de los próximos presupuestos municipales para que los ciudadanos propongan proyectos y decidan a través de sus votos que inversiones se llevarán a cabo. Algunas de las iniciativas afectarían distritos donde continúan paralizados otros proyectos como la «Operación Chamartín» o la cooperativa de Cuatro Caminos.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha vuelto a hacer un guiño a la participación ciudadana dejando vía libre a los madrileños para proponer y votar posteriormente sobre la inversión de parte de los presupuestos municipales para 2017.

Los interesados han podido compartir a través de la plataforma Decide Madrid sus iniciativas para los proyectos en la capital y votar posteriormente a las más populares. La preselección ya se ha llevado a cabo y el plazo para opinar se termina en junio.

Tras el la fase inicial –en febrero comenzaron a presentarse las propuestas y en abril se inició la votación, aunque la selección final se produjo entre mayo y junio-, el Ayuntamiento asumirá la decisión de los madrileños como vinculante y se incluirá en los presupuestos, cuyo plazo de ejecución comienza el próximo 1 de enero de 2017.

El consistorio ha bautizado esta nueva partida como ‘Presupuestos Participativos’, cuyo fin es que los vecinos de la capital pueden elegir directamente en qué se emplea parte de su dinero. Según el propio Ayuntamiento, este tipo de procesos alternativos nacieron en Porto Alegre (Brasil) en la década de los 80 y se han extendido de manera progresiva, como el ejemplo de Paris donde los residentes decidirán cómo se gastan 426 millones hasta 2020.

Según lo planeado, está previsto que los proyecto para toda la ciudad acaparen un total de 24 millones de euros, mientras que las inversiones por distritos se llevan hasta 36 millones. Puente de Vallecas, Carabanchel y Latina son los barrios que mayores aportaciones recibirán, al ser también los que más población concentran. En el otro extremo, Barajas y Vicálvaro son los que menos cantidad recibirán bajo el mismo criterio.

Las propuestas de los madrileños pivotan entre soluciones urbanas necesarias -como el arreglo del mobiliario y el asfaltado, la dotación de carriles para bicicletas o la habilitación de zonas verdes- y propuestas algo más originales, como convertir la Gran Vía en un bulevar con una zona central arbolada o poner parques caninos en cada distrito de Madrid.

“En su momento valoramos muy positivamente la puesta en marcha de los presupuestos participativos, lo hemos apoyado y seguimos apoyando porque entendemos que son un buen instrumento de participación ciudadana, pero sin duda su gestión es mejorable”, señalaba  Purificación Causapié, concejala y portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, durante un foro promovido por el propio consistorio.

Continúa el bloqueo de proyectos en la capital: Chamartín y Cuatro Caminos

Ambos distritos están incluidos en el ranking de futuras inversiones, sin embargo, en ninguna de ellas se hace referencia a los principales problemas de estos barrios que han provocado crisis institucionales como el bloqueo de la «Operación Chamartín» o la negativa al «Proyecto Metropolitan» en Cuatro Caminos.

El norte de Madrid lleva 20 años esperando la puesta en marcha del conocido como proyecto «Castellana Norte», adjudicado a la promotora Distrito Castellana Norte (DCN), que propone la inversión de casi 6.000 millones de euros en la remodelación completa del nudo Norte y Fuencarral, la construcción de nuevas infraestructuras viarias y ferroviarias y la edificación de hasta 17.000 viviendas.

Sin embargo, a falta del último trámite para poner en marcha el proyecto –la aprobación en pleno municipal-, el consistorio veto la propuesta de DCN junto a los votos del PSOE, lo que ha dejado la operación en punto muerto.

“Creemos que el proyecto de Castellana Norte actual no es viable, por eso ha mantenido paralizado el desarrollo del norte de Madrid durante muchos años. Esto ha sido negativo para la ciudad y para los madrileños. El proyecto presentado por el actual equipo de gobierno nos gusta pero es el punto de partida, hasta llegar a la meta es fundamental el dialogo entre las administraciones implicadas, y por supuesto el debate con la corporación municipal”, señalaba la portavoz del grupo socialista en el foro antes citado.

Hace poco más de un mes, el consistorio presentó un proyecto alternativo, “Madrid Puerta Norte”, el cual se basa en una gestión público-privada de las obras en la cual las administraciones se harían cargo de los costes en la remodelación de las infraestructuras.

El nuevo plan contempla la reducción de los metros urbanizables y el descenso en el número de viviendas a construir, se pasa de las 15.965 acordadas en un principio a tan sólo 3.587 residencias.

La alternativa de Carmena sólo contempla la restauración de la estación de Chamartín, la construcción de una nueva parada entre Montecarmelo y Las Tablas y la remodelación del nudo Norte y Fuencarral, excluyendo a la iniciativa privada de las obras sobre nuevas infraestructuras.

Dicho proyecto ha sido vetado tanto por el Ministerio de Fomento en funciones, en representación de Adif, y por la Comunidad de Madrid, al no respetar el Plan General de Ordenación Urbanística en la capital.

Ninguna de las propuestas ciudadanas seleccionadas en la última fase hace referencia a estos problemas registrados en la zona norte de Madrid. Más zonas verdes, habilitación de carriles para bicicletas o la construcción de espacios sociales son las peticiones más repetidas, frente a los problemas de movilidad por el colapso en el nudo Norte o el mal estado de la estación de Chamartín denunciados por los vecinos en numerosas ocasiones.

Tampoco se hace referencia directa a los problemas registrados en el distrito de Tetuán, donde el consistorio intentó bloquear la iniciativa de la cooperativa Metropolitan en Cuatro Caminos.

Este proyecto engloba la construcción de 443 viviendas y el desarrollo de un gran parque público de más de 17.000 metros cuadrados, que servirá como elemento conector entre la avenida Pablo Iglesias y la calle Bravo Murillo.

El plan también incluye la renovación de las cocheras de Metro de Madrid, que quedarán soterradas, y una parcela para la construcción de un edificio público dotacional de 6.700 metros cuadrados.

El Ayuntamiento intentó desestimar su proyecto ante la comisión municipal de Desarrollo Urbano Sostenible, lo que fue imposible por el voto en contra del PP y Ciudadanos y la abstención del PSOE.

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