Quizá es una de las ciudades más desconocidas del Reino Unido, pero bien merece la pena una visita o un pequeño tour de un día desde Londres, dada su cercanía por tren o por carretera desde la capital inglesa. Cardiff es una ciudad de algo más de 300.000 habitantes y tiene mucha historia en su haber. Fundada por los romanos, con una notable desarrollo a lo largo de la Edad Media y alcanzando su máximo esplendor en el siglo XIX, en plena revolución industrial que desató el auge minero, ahora es un gran centro turístico, habiendo una media en los últimos años de unos 11 millones de turistas anuales. 

En la actualidad, Cardiff es una ciudad manejable, accesible, coqueta, algo pueblerina pero quizás ahí reside su encanto, y acogedora. Típicamente británica, pese a ser la capital de Gales, lo único que la diferencia del Reino Unido es que los nombres de sus calles aparecen en dos idiomas: inglés y galés, una lengua indescifrable perteneciente a las lenguas célticas y apenas hablada en Gales. 

Aparte de sus encantos propios, Cardiff cuenta con algunos monumentos interesantes, como su castillo, y una buena ruta de pubs encantadores y casi incunables. También posee una buena oferta de restaurantes, hoteles y servicios para todos los precios y gustos. La capital de Gales es también un buen destino para hacer un alto en el camino y desde allí dirigirnos hacia otros lugares de cierto interés en el Reino Unido, como Manchester, Liverpool y lo que se conoce como el mar Céltico. 

En cualquier caso, Cardiff es una de las capitales históricas británicas y como casi todas las ciudades inglesas un crisol de culturas y etnias que conviven armoniosamente en un pequeño espacio, pero dotado de todo los necesario para calificar a la urbe como una ciudad moderna, cívica, organizada, limpia y muy apta para gozar de una notable calidad de vida. 

A continuación, tenemos el atrevimiento, sin perder de vista que siempre el viaje es algo que el verdadero viajero hacer a la carta, de reseñarte algunos lugares que consideramos de interés y que nos causaron una buena sensación durante nuestra visita. 

1. El Castillo. El origen de este castillo es romano, pero muy tardío y quizá fue una ocupación con sentido militar, es decir, un castro, y duramente muy poco tiempo, en los estertores de la dominación romana en las tierras británicas. El actual diseño no tiene nada que ver con el original que fue fundado por los normandos sobre el asentamiento romano en el año 1091. Allí estuvo prisionero el duque de Normandía Roberto por orden de su hermano el rey Enrique I de Inglaterra, desde el año 1106 hasta 1134. El lugar fue escenario de grandes batallas entre los galeses y los ingleses hasta que en el siglo XIX fue rediseñado completamente por el arquitecto de la familia del conde Bute, William Burges, y que le daría una aspecto más de mansión al estilo victoriano que de castillo. Finalmente, el castillo fue donado por la familia Bute a la ciudad de Cardiff y actualmente es uno de sus principales lugares de interés turístico. El castillo se puede visitar previo pago de un billete y tenemos la opción de conocerlo solo o con una visita guiada. Como elemento anecdótico, hay que destacar que en su interior podremos visitar unos refugios aéreos abiertos durante la Segunda Guerra Mundial, aunque quizá el lugar más bello de este gran recinto es su imponente biblioteca. 

2. Bute Park. Es un parque fundado en el siglo XIX y que se encuentra al lado del castillo de la ciudad, extendiéndose a lo largo del río Taff y constituyendo el gran pulmón verde de la ciudad. Se extiende a lo largo de 53 hectáreas y es un lugar tranquilo, apacible y muy concurrido. Como curiosidad, hay que reseñar que el arquitecto del castillo de Cardiff, que también “diseñó” este parque, William Burgues, levantó un muro para resguardar el jardín conocido como Muro de los Animales y donde hay una serie de bellas esculturas de varios animales, como su nombre indica. También en su interior hay un reloj de sol colocado en el año 1990. 

3. Iglesia de San Juan Bautista. Es una iglesia adusta, más bien modesta en sus formas y que fue levantada en el año 1180, aunque a lo largo de su historia ha sufrido numerosas restauraciones y rehabilitaciones. Ha tenido obras en el siglo XV, XVII y XIX y los más destacable de esta iglesia, que es una suerte de emblema de la ciudad, es su torre de cuarenta metros que es visible por toda la urbe. No tienes que buscarla, te toparás con ella en tu visita a Cardiff. 

4. Bahía de Cardiff. Es un lugar para el esparcimiento, el ocio y el entretenimiento, teniendo una gran variedad de tiendas, pubs, restaurantes y hoteles. Está muy cerca de la ciudad y se puede llegar hasta allí en un autobús de línea en unos veinte minutos tomando el transporte público desde la estación de trenes o desde cualquiera de sus paradas distribuidas por Cardiff. La Bahía de Cardiff se encuentra geográficamente al sur de Gales entre los ríos Taff y Ely, que conforman una suerte de largo de agua dulce de 200 hectáreas que no llega a ser propiamente una “bahía”. Muy recomendable para ir en los días de verano o cuando el tiempo acompañe, algo que no siempre ocurre en la lluviosa Gales. 

5. Mercado Central. El mercado abrió sus puertas en el año 1891 y es considerado un mercado en el más puro estilo victoriano. Suele tener bastante vida por las mañanas, siendo muy concurrido por lugareños y visitantes, y es muy recomendable para conocer la gastronomía local. Reproducimos una reseña de un blog de viajes que hemos encontrado y que nos da algunas pistas de lo que te puede encontrar en este mercado: “Este mercado de diseño victoriano se encuentra en el barrio del Castillo, en el centro de la ciudad. Está ubicado en el sitio donde estaba antiguamente la cárcel de Cardiff. Se sabe que antes de su construcción, desde el siglo XVIII, era la plaza donde los agricultores vendían sus productos. En muchos de estos puestos te permiten degustar directamente el producto, como en la pescadería de la entrada principal, donde podremos degustar un plato muy típico de Cardiff: berberechos en una base de galleta aliñados con vinagre y sal”. 

6. City Hall o Ayuntamiento de Cardiff. El Ayuntamiento de Cardiff es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y está situado muy cerca del castillo ya reseñado anteriormente. Esta construido en una piedra blanca también empleada para otras construcciones de la ciudad, como la universidad, y data del año 1906, siendo uno de los más representativos de lo que se conoce como estilo barroco Edwardian. Las estatuas que la adornan en el conocido como salón de mármol fueron elegidas en un concurso público y tienen alguna relación y significado con la historia de Gales. Consultar horarios y formas de visita en el hotel antes de aventurarse a acercarse hasta allí y encontrarlo cerrado como le ocurrió al que suscribe estas líneas.

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