El nuevo presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, carga contra el ‘todo incluido’, se propone fijar «un tope de millones de turistas» y busca que los viajeros que lleguen generen más ingresos a las economía de las islas.

El boom de llegadas de turistas en que se ha embarcado España en los últimos años parece, a priori, una buena noticia. El turismo es el motor de la economía nacional, fue el primer abanderado de la ahora incipiente recuperación, ha mantenido el pulso incluso en materia de empleo en los últimos ejercicios, y genera ingresos en divisas suficientes como para enjugar el déficit comercial español. Bien. Pero el boom de llegadas tiene otra cara que se traduce en problemas de calidad de vida en algunos destinos, de saturación de servicios, de problemas en la gestión de los recursos…

2015 será el tercer año consecutivo con récord histórico en número de turistas internacionales (probablemente en torno a los 68 millones al cierre del año), a los que hay que sumar la recuperación de la demanda del turista español tras un par de años desaparecido. Y ahora, cuando se detectan problemas de convivencia y de sostenibilidad, las Administraciones empiezan a mover ficha. La nueva alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya anunció hace semanas su intención de estudiar de qué manera poner freno al aluvión de llegadas de turistas. Y la primera medida en este sentido fue la aprobación de una moratoria de un año en la concesión de licencias para nuevos hoteles y apartamentos turísticos.

Ahora es el Gobierno canario el que dice querer poner coto al aluvión de llegadas de turistas al archipiélago. El nuevo presidente de Canarias, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria, habla de fijar un tope máximo de visitantes y tratar no tanto de que vengan más, sino que gasten más. «Tenemos que difinir nuesro modelo. Tendrá que ser con un tope de millones de turistas», sostiene Clavijo en una entrevista con El País. «Hay que fijar una limitación que sea respetuosa con el medio ambiente y que no deteriore y acabe matando nuestro valor añadido que es la naturaleza, el espacio y la calidad qeu ofrecemos; y paralelamente habrá que ir trabajando para que los que visitan Canarias dejen más recursos en las islas».

Y, en este sentido, el nuevo presidente regional señala el ‘todo incluido’ como una fórmula que no se ajusta a su visión del turismo por su menor impacto en la economía de las islas. «Ahora mismo, la capacidad que tiene Canarias para asimilar turismo hay que debatirla. De nada sirve que lleguen 20 millones de turistas si vinen con todo incluido. Lo que interesa es que irradie la riqueza al resto de la economía», apunta Clavijo. «Lo interesante es que el turista deje recursos».

El récord de llegadas de turistas de España es en parte consecuencia de los problemas que sufren otros destinos rivales. La inestabilidad política en que se han instalado algunos países del norte de África desde 2011 ha provocado un desvío de millones de turistas europeos que han acabado optando por España como destino alternativo. Y en esta secuencia, ha sido precisamente Canarias uno de los destinos que mayor flujo de turistas prestados ha captado, singularmente por la acción de los grandes touroperadores internacionales.

Sin embargo, lejos de secundar la moratoria de Colau, el presidente canario habla de incentivar la inversión turística en las ilas mediante una simplificación de la gestión urbanística. «Para que la renovación turística tenga la penetración que se necesita vamos a tener que desbloquear y simplificar la gestión del suelo. Vaos a simplicar la gestión urbanística y con ello llegarán los incentivos». En este sentido, Clavijo apuesta por «una tramitación abreviada de planes turísticos, que reduce a la mitad el tiempo» y, a la vez, propone trasladar esta competencia a los Ayuntamientos y la de inspección a los Cabildos.

 

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