Se acercan las elecciones y no hay nada peor para una empresa, cuando se vislumbran las urnas, que una medida impopular. Repsol está viendo cómo se aviva de nuevo el frente político contra sus prospecciones petrolíferas cerca de Canarias, pese a que ya a comienzos de año la compañía anunció que desistía de su actividad. Unos hablan de electoralismo y otros de secretismo, ases bajo la manga y concesiones «al estilo compadre».

Este mes se cumple un año desde que el barco Rowan Renaissance comenzara las tareas de sondeo submarino a 60 kilómetros de las costas de Lanzarote y Fuerteventura, donde Repsol esperaba -aunque era un deseo compartido por el Gobierno- encontrar petróleo. O gas. O algún hidrocarburo que se pudiera comercializar.

No fue así, ya que en enero de este año la multinacional española anunció que sí, que había gas (desde metano hasta hexano, afirmaron), pero “sin el volumen ni la calidad suficientes para valorar una posible extracción”.

Un portavoz de la compañía explica a Sabemos la postura oficial de la multinacional ahora: Repsol garantiza que no se van a realizar nuevos sondeos en Canarias. Sin embargo, algunos tienen la mosca detrás de la oreja.

Repsol garantiza que no se van a realizar nuevos sondeos en Canarias

Concretamente, todo el Parlamento de Canarias, que este otoño ha sacado adelante una moción en la que insta al Gobierno de España a que retire los permisos de exploración a Repsol sin indemnizar a la compañía por la cancelación de la concesión administrativa. La propuesta se aprobó en la cámara regional con el apoyo de todos los grupos políticos a excepción del Partido Popular.

“Mientras las autorizaciones estén en vigor, Repsol puede volver después del 20 de diciembre”, asegura el diputado regional de Coalición Canaria Mario Cabrera en declaraciones a SABEMOS. “Lo que han hecho son unos estudios que resultaron en inviables porque el crudo no tenía la calidad que ellos consideraban, por el precio al que está el barril en estos momentos y porque políticamente podría perjudicar al Partido Popular. Nadie nos dice que, pasadas las elecciones generales, Repsol no vuelva a incorporar su maquinaria a las aguas de Canarias para intentar seguir sondeando en cualquiera de las cuadrículas en las que tienen autorización”, añade.

En efecto, por mucho que la empresa descarte oficialmente esta posibilidad, Repsol puede volver cuando quiera, hasta dentro de mucho tiempo.

Los permisos

En la autorización que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en verano del año pasado, el Gobierno concedía una licencia para efectuar sondeos exploratorios con una vigencia de tres años. Esto es, hasta el 13 de agosto de 2017, aunque el hasta hace poco subsecretario de Industria, Energía y Turismo del Ministerio homónimo, Enrique Hernández Bento, afirmara que los permisos caducan en la primavera de 2016.

Además, el hecho de que no se haya encontrado nada -de valor- en el agujero que se ha perforado tampoco es determinante.

En virtud de la concesión que está vigente, Repsol puede efectuar sondeos en las zonas denominadas “Sandía-1X” y “Chirimoya-1X”, pero también, de forma contingente y en función de los resultados que se obtengan en esas dos ubicaciones, en “Zanahoria-1”. La compañía sólo ha echado el ancla en uno de estos tres vegetales, Sandía-1X, así que todavía puede entrar en la plantación de Chirimoya-1X cuando quiera.

Eso sí, Repsol también puede volver a Sandía-1X, gracias al Gobierno actual, a cuya iniciativa se aprobó una modificación de la Ley del Sector de Hidrocarburos que favorece la repetición de la exploración.

La última modificación de la Ley de Hidrocarburos permite la reentrada en los agujeros ya perforados

Según la nueva redacción de la norma, no se considera que se estén efectuando nuevas prospecciones “cuando la perforación consista en una re-entrada en un sondeo previamente perforado para su reprofundización o perforación de nuevos sondeos desviados a partir de algún punto de la trayectoria del primero”. Esto es, que Repsol puede volver a meter la maquinaria por el mismo tubo y buscar otros caminos que le lleven hasta el petróleo -o el gas-.

Pese a que SABEMOS se ha puesto en contacto con el Ministerio de Industria, no ha obtenido ninguna aclaración sobre la vigencia ni sobre la situación actual de la concesión.

No obstante, las actividades de exploración se encuentran reguladas negro sobre blanco en la Ley del Sector de Hidrocarburos, de 1998, donde también se explica (artículo 15) que los permisos de prospección pueden ser prorrogados con carácter excepcional y a petición de la concesionaria por otros 3 años, aunque se limita la superficie original de la autorización al 50% y se tienen que cumplir las mismas condiciones administrativas -medidas de seguridad incluidas- por parte del operador.

Vaya, que Repsol podría hacer prospecciones en Canarias hasta agosto de 2020 si se lo propone. Y eso, aunque la multinacional diga que no piensa volver a realizar sondeos, preocupa a los partidos políticos.

La solución: retirar la autorización

Durante el breve periodo de tiempo en el que se produjeron los trabajos de exploración en Sandía-1X, tanto Repsol como el Gobierno tuvieron que hacer frente a las protestas de activistas de Greenpeace pero sobre todo a las críticas de los vecinos de Lanzarote y Fuerteventura, las islas más cercanas a las zonas de perforación. Desde que se abriera la puerta a los sondeos, allá por 2001, los habitantes de las islas orientales del archipiélago canario han vivido enfrentados a la petrolera y haciéndoles boicot a sus estaciones de servicio.

Temen que la multinacional instale finalmente frente a sus costas una plataforma petrolífera y que se pueda producir un eventual vertido de crudo en las aguas que bañan sus playas, con el desastre de BP en el Golfo de México aún vivo en la memoria.

El ruido político comenzó hace un año, con la oposición de la mayoría de los partidos políticos, y su eco resuena hoy en día, ya que las formaciones quieren retirarle el permiso de prospección a Repsol. Algunos a la fuerza y otros por la vía legal.

Pero aunque muchos estén en contra, el marco legal es un elemento de suma relevancia en este punto.

 

Foto: EFE

 

Desde la perspectiva normativa, según la Ley de Hidrocarburos de 1998, las licencias de explotación y exploración se pueden extinguir, además de por su caducidad o por el incumplimiento de las condiciones por parte del operador de las instalaciones, por la renuncia total o parcial del titular de la concesión. En este caso, aunque Repsol afirma que no va a seguir con los sondeos, no se ha retirado formalmente; por lo tanto, es una renuncia de facto pero no de iure.

Así que cuidado con cancelar la concesión a las bravas porque el Estado tendría que indemnizar a la empresa, como advirtió el titular de Industria, el canario José Manuel Soria. Y en España ya tenemos mucha experiencia en compensaciones multimillonarias por agujeros en medio del mar, como la de 1.350 millones de euros que se ha embolsado el imperio de Florentino Pérez por el Proyecto Castor.

Coalición Canaria es una de las formaciones que urge al Gobierno a retirar la concesión a la compañía. “Repsol ha dicho públicamente pero no oficialmente que no han encontrado nada; entonces, lo que estamos pidiendo es que se anulen esas autorizaciones a las que todavía les quedan al menos dos años de vigencia. Ya que Repsol es quien ha anunciado que no hay nada, pues que se anulen sin ningún tipo de indemnización”, dice Mario Cabrera.

En el mismo sentido se pronuncian desde Podemos, otro de los partidos que concurre a las elecciones generales con posibilidades de ser un actor relevante o incluso un socio de gobierno en el Ejecutivo nacional.

La cabeza de lista de la formación para el Congreso de los Diputados por Las Palmas y secretaria general del partido en Canarias, Meri Pita, también cree que Repsol no debería tener derecho a indemnización si se le retira el permiso de exploración. “Si eso fuera cierto, sería una prueba más de la mala gestión política y de la mala gestión administrativa del señor Soria”, critica Pita.

Todos los partidos políticos exigen la anulación de las concesiones, a excepción del PP

“Nosotros lo que tememos es que, efectivamente, no se aclare desde el punto de vista administrativo esa licencia, que entendemos que debe anularse en la medida en que Repsol se retiró. No tenemos la certeza de que no puedan volver cuando quieran”, añade la líder autonómica de Podemos, quien habla de concesiones “al estilo compadre”, en las que el adjudicatario renuncia y sin embargo los permisos se quedan abiertos.

En el rechazo frontal a las prospecciones petrolíferas también está instalado el PSOE, como confirma la secretaria de Cambio Climático y Sostenibilidad del partido, Pilar Lucio.

“Nosotros nos hemos declarado clarísimamente en contra de las prospecciones petrolíferas y haremos lo que legalmente sea posible en cuanto lleguemos al Gobierno. Desde luego no daremos ningún permiso nuevo y, en segundo lugar, haremos una revisión de los permisos que actualmente están concedidos, y los eliminaremos según sea legalmente posible”, detalla la diputada socialista.

Aunque haya posibles complicaciones a nivel técnico, matiza Pilar Lucio, su candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, ya se ha manifestado en varias ocasiones contra los sondeos. “Nosotros no vamos a permitir que haya prospecciones petrolíferas en Canarias”, resume la miembra del PSOE.

En cualquier caso, a la diputada le consta que Repsol no tiene intención de volver a los sondeos. Entonces, ¿por qué se aprueba justo ahora una moción por parte del Parlamento canario? ¿Por qué resurge la oposición al proyecto en este momento?

Oportunismo

Algunos creen que detrás de este frente común contra el PP, reactivado a escasas semanas del 20D, se podrían encontrar los intereses electorales del resto de partidos, ya que Repsol no se ha replanteado en ningún momento las prospecciones. “Aplicar el condicional es demasiado bondadoso; es obviamente un motivo electoral”, opina el diputado del Grupo Parlamentario Popular Guillermo Mariscal.

Su postura es la defensa de los sondeos para que se conozcan los recursos de los que dispone un país, lo que constituye “una obligación de cualquier gobernante”, en sus propias palabras. Esta idea la compartían antes la mayoría de las fuerzas -“hasta hace bien poco”, dice-, pero de pronto se convirtió en un “instrumento político” que los partidos han utilizado “de forma demagógica”.

Mariscal, que denuncia un “castigo social”, con persecuciones e insultos a los miembros de su partido en Canarias, se centra en alegar que España tiene que reducir su dependencia de hidrocarburos del exterior, para lo que es necesario estudiar si existen alternativas de explotación de yacimientos petrolíferos en el territorio nacional.

Desde el PP defienden los sondeos y afirman que España tiene que reducir su dependencia de hidrocarburos del exterior

Uno de los posibles socios de gobierno del PP, Ciudadanos, no tiene una postura a nivel estatal sobre las prospecciones y no ha pedido oficialmente la retirada de los permisos de exploración, como afirma a SABEMOS la candidata al Congreso de los Diputados por Canarias Melisa Rodríguez. Así que ahí puede estar el salvavidas de Repsol y de la postura de los populares.

No obstante, el partido naranja sí se sumó al manifiesto contra los sondeos, pero porque no se daban ciertas condiciones en los trabajos de Repsol. Algunas de ellas eran de orden fiscal, ya que pedían un gravamen especial sobre los combustibles extraídos que finalmente se ha desarrollado en la última modificación de la Ley del Sector de Hidrocarburos. Otras medidas que exigían se referían a las garantías medioambientales, con un seguro de responsabilidad civil de 40.000 millones de euros, una cantidad que es 1.000 veces superior al mínimo que consta en la autorización gubernamental y que triplica el valor de la compañía en bolsa.

En Ciudadanos también coinciden con el resto de partidos en cuestionar la vigencia de los permisos de prospección: “No entendemos por qué dilatar esta concesión si directamente no han encontrado recursos suficientes para quedarse”, dice Melisa Rodríguez.

Votos y principios

Las formaciones políticas contrarias a los sondeos coinciden en rechazar cualquier acusación de intereses electorales, de querer arañar unos cuantos votos en los comicios del 20 de diciembre. Pero también todos pretenden jugar esta baza en la campaña electoral.

“Está clarísimamente detallado en nuestro programa electoral. No vamos a permitir que haya fracking ni vamos a permitir que haya prospecciones petrolíferas en territorio español”, confirma la responsable de Cambio Climático y Sostenibilidad del PSOE, Pilar Lucio.

La oposición al fracking, método para aflorar petróleo mediante fracturas en los materiales del subsuelo, también la comparte Podemos, formación que asimismo abordará el rechazo a las prospecciones en campaña, como confirma Meri Pita. “De electoralismo nada, porque esto es una lucha intensísima por parte del pueblo canario contra las petroleras, Repsol y la actuación discrecional del ministro Soria”, indica Pita, quien habla de “clamor social” contra la actividad exploratoria de Repsol.

 

Foto: EFE

 

Por su parte, Mario Cabrera, de Coalición Canaria, asevera que “en los últimos 100 años nunca se había dado un pronunciamiento tan unánime de toda la sociedad” en el archipiélago, así que no es una estrategia para ganar votos.

“Si es un tema electoral, ellos [el PP] le pueden dar la vuelta a la tortilla y podrían dar un vuelco en las urnas. El Partido Popular en Canarias ha perdido muchos seguidores, muchos votos, y saben que es consecuencia de las prospecciones petrolíferas. Si ellos tienen tan claro que no hay nada, que lo anuncien antes del 20 de diciembre; nosotros estaríamos encantados y posiblemente ellos obtendrían mejores resultados electorales”, indica.

Pero más allá de las luchas entre partidos, la preocupación de los canarios no se circunscribe al escenario futuro de explotación de los yacimientos, sino que también se instala en el presente. Meri Pita advierte de riesgo sísmico en la zona donde está el agujero de la perforación de Sandía 1-X. De hecho, la candidata de Podemos cuenta que hace unos pocos días se produjo un pequeño terremoto de 3 grados en la escala de Richter que, aunque fue imperceptible, alertó a la población y reveló el carácter inestable de las placas sobre las que se asienta la región insular.

Mientras la tierra tiembla, como el título de la película de Luchino Visconti, la arena política se conmueve por la oposición popular a las prospecciones. A tenor de las posturas que defienden todos los partidos -menos el PP-, es muy posible que el nuevo Gobierno que salga de las urnas fuerce a Repsol a levar anclas de Canarias.

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