El partido de Rivera ultima sus propuestas de Internacional, que presentará a finales de mes. Al frente del programa está Francisco Andrés Pérez, que ve imprescindible reformar la diplomacia española para «dejar de ser reactivos» y jugar un papel más relevante en política exterior.

Es probablemente el aspecto más desconocido de Ciudadanos. De la formación de Albert Rivera se sabe cuáles son sus propuestas educativas, sus medidas anticorrupción y su programa económico y fiscal. Igualmente, es notoria su firmeza contra el desafío secesionista de Artur Mas o su ambición de reformar la Carta Magna para adelgazar la administración y despolitizar la justicia, entre otras cosas. Pero poca difusión se ha dado a sus planteamientos de política exterior y a sus pareceres sobre algunos de los temas que marcan la coyuntura internacional. ¿Qué opina Ciudadanos de los acuerdos alcanzados por EEUU con Cuba e Irán? ¿Cuál es su postura respecto a Gibraltar? ¿Considera adecuado el sistema de promociones y nombramientos de la escala diplomática?

De todo ello habla para SABEMOS Francisco Andrés Pérez (Salamanca, 1975), coordinador de Proyectos del Real Instituto Elcano y líder del equipo que ultima el programa de Internacional con que Albert Rivera se presentará a las generales del 20 de diciembre. Para empezar, este doctor en Matemática Aplicada, licenciado en Periodismo y máster en Relaciones Internacionales por el IBEI, deja claro que en C’s se considera “materia de Estado” la política exterior. Es un área de actuación que “no debe sufrir grandes bandazos en función del color del partido en el Gobierno”, pues así se distinguen las grandes naciones, respetando esa “herencia”.

Sin embargo, Andrés percibe “un amplio margen en el que se pueden mejorar las cosas”. Dentro de ese espacio, es prioritario manifestar mayor vocación europeísta -abogando por cesiones de soberanía adicionales y por reforzar las instituciones comunitarias, aspectos ya recogidos en el programa de las Europeas de 2014- y “reforzar los instrumentos de la política exterior española, dotándola de más medios y recursos para dejar de ser reactivos y tener una planificación estratégica, jugar un papel más relevante” en política internacional.

Ciudadanos quiere que la Cámara Baja “sea realmente un órgano deliberativo” en materia diplomática

Se trata de potenciar la acción diplomática, que ha estado tradicionalmente desatendida. “Reformaremos la estructura de las unidades del Estado encargadas de su gestión, debe haber mayor coordinación, más recursos humanos, más transparencia y más rendición de cuentas”, afirma el experto. En este último ámbito, destaca la propuesta de “someter a exámenes orales en el Congreso a todos los elegidos para ocupar un puesto cuyo nombramiento es político o discrecional”. Se trata de adoptar los hearings estadounidenses, de que la Cámara Baja “sea realmente un órgano deliberativo” que pueda interrogar a los elegidos y estos acreditar su bagaje ante la sede de la soberanía nacional.

Así se evitarían casos como el del exministro José Ignacio Wert, nombrado embajador ante la OCDE en agosto y que aún no ha rendido cuentas. “Creemos que uno de los grandes males de nuestra democracia es la partitocracia, que ha llevado a los partidos a ocupar espacios que debían ser neutrales, como el de la diplomacia”, explica Andrés. En Ciudadanos están convencidos de que los funcionarios de la escala “tienen el claro incentivo de acercarse a los partidos políticos para progresar en su carrera”, algo que debe cambiar, así como “limitarse al mínimo los nombramientos discrecionales”.

Ser «más estratégicos»

Además, el equipo de 15 profesionales repartidos en cinco grupos de trabajo que coordina Andrés -reportando a su vez a la secretaría de Acción Política del dirigente Antonio Espinosa- quiere impulsar “el trabajo de las agencias, la diplomacia cultural, la diplomacia científica, la diplomacia ambiental… el problema es que no ha existido planificación, la acción ha estado fragmentada y ha tenido muy poco impacto; debemos ser más estratégicos, marcar objetivos y que de todo haya una exhaustiva rendición de cuentas”.

El partido planea presentar sus propuestas de internacional en un acto en Madrid el 22 de octubre

Todas estas cuestiones se plasmarán en un compendio de propuestas que el partido presentará en Madrid en breve, probablemente el 22 de octubre. Albert Rivera presentará el acto, como hizo cuando se difundió el programa fiscal o el educativo o como hará también con las reformas jurídicas. El presidente del partido sabe que uno de los aspectos a reforzar en su carrera hacia La Moncloa es precisamente este. Por ello, Andrés le gestionó el encuentro con embajadores de la UE el miércoles, así como otras citas con interlocutores internacionales y contactos con el grupo liberaldemócrata del Parlamento Europeo en el que está integrado Ciudadanos.

El espectacular resultado obtenido en Cataluña ha hecho que la formación naranja redoble su confianza ante las generales, sabedora de que toda elección influye en la siguiente. Esa imagen de desbordante alegría que el partido dio la noche electoral, el hecho de superar con holgura a PP, PSC y Podemos en la segunda región que más diputados elige y liderar desde ahora la oposición parlamentaria al independentismo son escaparates ideales, que se pueden rentabilizar el 20 de diciembre. Rivera siempre habla de “salir a ganar” esos comicios. Pero convertirse en presidente del Gobierno requiere un posicionamiento claro en asuntos internacionales que hasta ahora han sido poco difundidos. El líder de la comisión de Internacional de Ciudadanos aclara para SABEMOS los más relevantes:

  • Gibraltar: «Es un tema irresuelto. Nosotros nos guiamos por una serie de principios básicos, entre ellos el respeto al derecho internacional. Gibraltar es una colonia desde el punto de vista jurídico, debe existir un proceso de descolonización. Y luego,más allá del problema político se tienen que atajar otro tipo de temas: RU ha sido denunciado por la UE por temas medioambientales, hay un grave problema con el tráfico de mercancías, de tráficos ilícitos, de evasión fiscal. Es un tema que a nosotros nos importa mucho, una de nuestras prioridades es la transparencia y la lucha contra la corrupción, en todo lo que afecte Gibraltar a esos temas va a haber si llegamos al Gobierno un antes y un después. No puede ser un paraíso fiscal y un sumidero de activos de empresas».
  • Concordato con la Santa Sede: «Es un tratado internacional entre estados que se firmó con un contexto muy determinado: conseguir que la Iglesia fuera un actor positivo y constructivo en la Transición. Contiene privilegios y nosotros somos defensores convencidos de la total separación entre Estado e Iglesia. Es un problema que hay que abordar con la sociedad en su conjunto, que requiere consenso y que no afecta solo al área de internacional, también influye en temas educativos y sociales».
  • Marruecos y el Sáhara Occidental: «Un problema muy complejo, de los que se van heredando durante años. Ha de ser resuelto siguiendo los parámetros de los acuerdos internacionales, España tiene que ser un seguidor de ellos, el margen de maniobra es escaso, pero cualquiera que sea la resolución pasa por un mayor activismo de la Unión Europea».
  • Estado Islámico y Siria: «Hay una coalición formada y operaciones ya sobre el terreno, la incertidumbre se dispara cuando se emprende una operación militar. Se requieren estrategias sustentadas… Europa no está tan dotada para el poder duro, pero sí para el soft power. Debe impulsarse la diplomacia con Rusia e Irán e imponerse la realpolitik con Assad a corto plazo. Gran parte de los problemas son también por él, no creo que formara parte de la solución».
  • Refugiados: «Se ha puesto en evidencia que falta voluntad política por parte de los estados para empoderar más a las instituciones que podrían encargarse de una política exterior común. Somos 28 estados, y es muy difícil que el mínimo común denominador de esos intereses nacionales esté conectado con un interés europeo. Pensamos que hay que ir a comunitarizar políticas. El día que un policía alemán patrulle la valla de Melilla será mucho más fácil hacer entender a Alemania del interés europeo en esa frontera. Igual que ahora también es difícil hacer entender a países del norte o del este de la importancia de tener una actuación conjunta en la gestión del problema de los refugiados. Hay que ir construyendo un estándar europeo coherente con los valores europeos, con los refugiados estamos teniendo un coste reputacional enorme»
  • Brexit: «Yo no entendería una Unión Europea sin el Reino Unido. Y creo que el Reino Unido tampoco puede entenderse hoy fuera de la UE. El referéndum es un riesgo político pero me extrañaría mucho que hubiera una fractura. Lo que sí hay es una generalizada crisis de legitimidad de las instituciones europeas, que debe abordarse con reformas. Una buena idea sería que el presidente de la Comisión fuera el presidente del Consejo. Europa tiene que ser un club de estados pero también con solidaridad entre ellos. En el horizonte debe estar el objetivo de los Estados Unidos de Europa».
  • Acuerdo EEUU-Cuba: «Es cierto que a nivel simbólico ha sido muy importante, abrir una embajada de Estados Unidos en Cuba y normalizar relaciones diplomáticas, pero a nivel práctico ya había una cooperación en seguridad, relaciones comerciales muy importantes en algunos sectores y quizá la sociedad no era consciente de ello. El acuerdo pretende puentear al régimen y tratar directamente con el sector privado y la sociedad civil. Lo triste es que España haya sido tan pasiva en el proceso, cosa increíble por los lazos históricos que tenemos con Cuba, por ser el mayor inversor, no tenemos visión política ni estrategia país».

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