BBVA no se quiere ir de Turquía. El consejero delegado del BBVA, Carlos Torres Vila, ha reafirmado la intención de la entidad de permanecer en Turquía «a largo plazo» después del reciente intento de golpe de Estado registrado en ese país. ¿Cómo? Mediante su inversión en el banco turco Garanti.

Durante la explicación de las cuentas semestrales de la entidad a los analistas, Torres Vila ha reconocido que la incertidumbre generada por estos acontecimientos tendrá un impacto que aún no se sabe cómo influirá en los negocios de BBVA en suelo turco. «No estamos preocupados», ha asegurado el consejero, que considera que la inversión en Garanti es «a largo plazo» y en «el mejor banco turco».
Acerca de cómo influiría una devaluación del 10 % de la lira turca, Torres Vila ha asegurado que podría tener un impacto negativo de un punto básico en el ratio de capital CET 1 de la entidad, actualmente en el 10,71 %, y que una bajada de la calificación de Turquía tendría un efecto de 15 puntos básicos.

La situación en España

En cuanto a un posible crecimiento del crédito en España, se ha mostrado convencido de que será plano por la «incertidumbre política» actual. Con ello, el margen de intereses seguirá cayendo más o menos el 2 %, igual que en el primer semestre.

Sin embargo, destacó que las hipotecas de nueva producción crecen el 25 % en el semestre y suben las referenciadas a tipo fijo, lo que eleva los ingresos de la entidad. Torres Vila ha admitido que la evolución de las comisiones ha sido «decepcionante» y que no mejorará si el mercado sigue así.

Reestructurando BBVA

Según Torres Vila, los cambios en la estructura de la entidad anunciados esta misma semana se han hecho para elevar la agilidad y la eficiencia en la gestión «acercando negocios al consejero delegado y unificando áreas». En cuanto a la posibilidad de crecer por la vía de adquisiciones dentro o fuera de España, se ha limitado a insistir en que la entidad está centrada en las geografías en las que ya opera, y explicó que si surgen oportunidades las analizarán pero «no hay planes específicos». Sobre los resultados de las pruebas de estrés hechas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), Torres se ha mostrado convencido de que serán «excelentes» y no ha querido adelantar cifras.

En lo respectivo a los nuevos requisitos de capital para determinar el nivel mínimo de fondos propios y pasivos elegibles para el «bail-in» (MREL, siglas en inglés), que deben tener los bancos para absorber pérdidas en caso de quiebra, Torres Vila explicó que no cambiará la estructura de financiación del banco. «En los próximos años tenemos unos vencimientos en torno a 20.000 millones de euros y podremos cumplir esos requisitos», señaló Torres, antes de recordar que hasta finales de este año no se sabrá con exactitud ni las cuantías ni el tipo de instrumentos que deberán emitir las entidades.

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