El partido de Rivera se da 48 horas para rubricar el pacto de investidura y el de Rajoy se pregunta por qué no cerrarlo “en 24”. Tienen redactadas ya más de cien medidas, avanzan en el bloque clave de reformas institucionales y dejan para el final la cuantificación presupuestaria que recibirán los planes sociales propuestos por la formación naranja. El acuerdo podría firmarse mañana mismo.

PP y Ciudadanos afrontan la recta final de su negociación. Un centenar de medidas tienen ya redacción concreta, los populares dan la sensación de estar próximos a ceder en los puntos de mayor discrepancia y ambos partidos disputan la batalla comunicativa para parecer el vencedor de este proceso. Tras siete días de contactos y reuniones maratonianas se llegó al jueves con distanciamiento en dos aspectos clave: las reformas institucionales y la cuantificación presupuestaria de las medidas sociales. Los equipos se sentaron a la mesa a las 11h y no se levantaron hasta bien entrada la noche. Al contrario que en jornadas precedentes, no se informó a mediodía de cómo iban las cosas y solo en torno a las 20h se hizo un receso para que portavoces de los dos equipos valoraran la situación.

Rivera se dio el mismo plazo de dos días para cerrar un pacto con Sánchez al final de la negociación

Ciudadanos aprovechó el foco para lanzar un pseudoultimátum. “Nos damos como equipo 48 horas para alcanzar este acuerdo”, proclamó Juan Carlos Girauta, el encargado de comparecer cuando se trata de colocar mensajes contundentes y presionar al adversario. Ya el día anterior había manifestado su “consternación” porque el PP no cuantificaba algunas de las medidas pactadas y se negaba a asumir las reformas institucionales de Rivera. El jueves transcurrió sin que hubiera avances en esos dos puntos, a decir de Ciudadanos, lo que les hizo advertir de que “el tiempo se acaba” y fijar la noche del sábado como tope para cerrar un “acuerdo total”. Si no, se dará por frustrado el proceso negociador. Hasta entonces, habían hablado del domingo como horizonte límite.

La maniobra recordó a la que el equipo naranja ejecutó cuando concluían las conversaciones con el PSOE la legislatura pasada. Rivera compareció el 23 de febrero para reclamar a Sánchez “un último esfuerzo”: aceptar una reforma constitucional exprés para tomar cinco ambiciosas medidas de regeneración democrática, entre ellas la supresión de las diputaciones. Poco antes, en los micrófonos de Onda Cero, se había dado un plazo como el de ahora con el PP: “En 48 horas sabremos si hay acuerdo o no”. El pacto se cerró esa misma tarde y se firmó al día siguiente, incluyendo las propuestas del ultimátum y dando la sensación de que C’s había doblado el brazo de los socialistas en ese tramo final. Lo mismo parecen buscar ahora.

Las cifras, al final

En efecto, el PP no había presentado a última hora de ayer “las cifras” de esas políticas sociales -plan de emergencia, aumento de las bajas de maternidad y paternidad, universalización de la educación de 0 a 3 años y plan de choque contra el fracaso escolar- objeto de discordia, pero había expresado desde el día anterior su intención de hacerlo. Todos, Ciudadanos mejor que nadie, eran conocedores de que Moncloa y Génova ultimaban el sudoku con que pretendían contentar a Rivera sin comprometer los objetivos de reducción del déficit. “Le pido un poquito de paciencia, de tranquilidad, las cifras siempre vienen al final”, indicó el vicesecretario de Organización popular, Fernando Martínez Maíllo, a Girauta. Además, aseguró que se había avanzado “muchísimo en regeneración democrática”, puesto por escrito el acuerdo en torno a cien medidas y acabó doblando la apuesta sobre los plazos del partido naranja: “¿por qué en 48 horas y no en 24?”

Girauta: «Deseamos poder darle el ‘sí’ en la investidura al señor Rajoy»

Maíllo afirmó que el PP “ni quiere ni acepta límites”, aseguró que Ciudadanos tampoco lo había hecho en la mesa y se veía capaz incluso de llegar a un acuerdo “esta misma noche”: “Aquí no ha acabado nada, sino todo lo contrario”. Aunque no quiso entrar en detalles sobre las medidas que exige C’s y que más difícilmente encajan con su programa -contrato único, supresión de Senado y Diputaciones, reforma del Poder Judicial-, dio la impresión de estar cerca del punto de encuentro con el interlocutor en todos los ámbitos. Achacó la actitud de Girauta a los normales “altos y bajos que se producen en cualquier tipo de negociación” y concluyó su intervención con una advertencia: “Si es necesario nos quedaremos toda la noche y no nos levantaremos de la mesa hasta que encontremos un acuerdo”.

Fuentes de la negociación confirmaron posteriormente que se habían hecho importantes avances a lo largo de todo el día, que el escenario más difícil a esa hora era el de una ruptura y que se contaba con que el PP presentara las famosas cifras en cualquier momento. Girauta lo había reconocido públicamente: “Lo último que me imagino es que no nos quieran dar las cifras en ningún momento, claro que las darán, pero yo solo digo que empieza a echársenos el tiempo encima”.

En su intervención, el portavoz parlamentario de Ciudadanos incluyó un ruego hacia el PP de lo más elocuente, impensable hace solo unas semanas, y que refleja mejor que nada el estado de la cuestión: “La sociedad española tiene que saber de forma muy transparente que queremos, deseamos, poder darle el ‘sí’ en la investidura al señor Rajoy. Queremos hacer eso. Por favor, dennos motivos para hacerlo”.

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