Catalunya Banc ha sido, en relación a su tamaño, el rescate más costoso para el bolsillo del contribuyente. Supuso 12.000 millones de euros, la mayor parte con cargo a la ayuda que Europa prestó a España, de los que la mayoría se han dado por perdidos. La entidad se adjudicó a BBVA el año pasado por unos menguantes 1.187 millones de euros. Pero además, se pactó en la venta que el Frob (el fondo público para reestructurar el sector financiero) asumiría una serie de cuantías en caso de cerrarse la operación. Entre ellas se incluye hasta el 85% del precio que se va a pagar a Mapfre por su parte en el negocio de seguros que compartía con Catalunya Banc.

Catalunya Caixa fue esa caja (luego banco) fruto de la fusión de Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona, que acabó rescatada por 12.000 millones de euros públicos a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), incluidos 9.084 millones del rescate pedido a Europa. Fue esa caja cuyas prácticas de concesión de hipotecas investiga Anticorrupción y que presidió Narcís Serra con Adolf Todó como director, ambos pendientes de juicio junto con otros 40 miembros del consejo de administración de la entidad por adjudicarse sobresueldos en 2010 cuando ya se habían pedido 1.250 millones al Frob y todo se venía abajo. Fue la entidad, ya como Catalunya Banc (aunque mantuviese la marca), adjudicada el año pasado a BBVA por 1.187 millones (revisables a la baja según determinadas circunstancias), en una operación que supuso dar por perdido la mayoría del dinero inyectado. 

Catalunya Banc se considera uno de los rescates que más caro va a salir al contribuyente, el que más en relación a su tamaño. No cierren aún la cartera, que hay más. BBVA puede exigir en las próximas semanas al Frob que le abone alrededor de 515 millones de euros amparándose en una de las cláusulas firmadas en el momento de la adjudicación y recogida en la Memoria Anual de 2014 de Catalunya Banc. En concreto, el Frob se comprometió a «compensar» determinadas «cuantías a las que el banco (BBVA) deba hacer frente» entre las que se incluyó «el 85% de las cantidades que el banco se vea obligado a abonar a la compañía de seguros con la que (Catalunya Banc) mantiene un contrato de banca-seguros».

El Frob se comprometió a «compensar» a BBVA determinadas cuantías incluido el 85% de las cantidades que se viera obligado a abonar a Mapfre por el negocio conjunto de seguros y planes de pensiones que creó junto con Catalunya Banc en al año 2010.

Esa compañía de seguros es Mapfre, que cerró un acuerdo en la primavera de 2010 para desarrollar de forma conjunta el negocio de seguros y planes de pensiones de Catalunya Banc. Mapfre también se cubrió las espaldas, dejando por escrito que, si Catalunya Banc era vendida por el Frob (como finalmente ha ocurrido), tenía derecho a exigir que le comprasen su parte en el negocio (50% de las acciones más una) por el equivalente al 110% del precio que hubiese pagado. La aseguradora ejerció esta opción en abril del año pasado con la condición de que se produjese «la consumación de la toma de control de Catalunya Banc por parte de BBVA». El precio a pagar: 606,8 millones de euros, según el hecho relevante presentado ante la CNMV. 

Con semejante cantidad, no es de extrañar que esa fue una de las mayores preocupaciones de las entidades que querían pujar por Catalunya Banc en la subasta del año pasado por lo que parece ser que el Frob optó por quitarles ese quebradero de cabeza. Ahora BBVA puede exigir que se le abone hasta el 85% del precio pactado con Mapfre: 515 millones de euros.

A la espera de cerrar la operación

Aún no lo ha hecho, confirman a SABEMOS fuentes del sector financiero. Aunque la operación con Mapfre está cerrada depende aún del visto bueno de los reguladores y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Una vez cuente con su visto bueno, podrá exigir al Frob la citada cantidad. 

La más que probable petición de la misma explicaría que en la Memoria Anual del Frob figure que se han dotado 445,6 millones de euros más como provisión para cubrir las garantías de Catalunya Banc. En concreto, la memoria explica que «el valor actual de la obligación derivada de los compromisos asumidos supone un importe de 664,3 millones de euros, de los que ha registrado 445,6 millones con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio 2014».

El fondo Blackstone, que compró la cartera de hipotecas problemáticas de Catalunya Banc al Frob por 4.123 millones de euros también exigió garantías. El Frob tuvo que invertir 525 millones en bonos del fondo en el que se había convertido en títulos revendibles las hipotecas adquiridas. De momento considera que recuperará la mayoría. Según la memoria de 2014 estima que la pérdida por la inversión en esos bonos (cubierta por las garantías citadas) rondará los 171 millones de euros.

 

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