José María Aristrain de la Cruz es un industrial de los «ricos de verdad» que existen en España, pero tiene un problema grave con Hacienda y la Justicia. El pasado 15 de noviembre, el titular del juzgado de instrucción 4 de Pozuelo de Alarcón, Enrique Presa Cuesta, dictó auto de apertura de juicio oral contra Aristrain y envió el caso a la Audiencia Provincial de Madrid. Para la Fiscalía General del Estado Aristrain defraudó 210,98 millones de euros entre 2005 y 2009. Además, le acusa de simular su residencia en Suiza y ocultar sus acciones en Luxemburgo. Por ello, establece para el encausado 15 delitos fiscales y pide para él 64 años de prisión y 1.400 millones de euros (lo defraudado más 1.200 millones de multa). La Abogacía del Estado, por su parte y en representación de la Agencia Tributaria en el procedimiento, pide para él 63 años de cárcel y 630 millones.
El juez Presa Cuesta pidió una fianza de 750 millones de euros «con el apercibimiento de que de no prestarla se le embargarán bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada». Hasta el momento los abogados de Aristrain han conseguido paralizar los procedimientos mediante un recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid. En el mismo solicitan el sobreseimiento de la causa pues tanto la residencia en Suiza como la tenencia de acciones en Luxemburgo son «perfectamente legales». En breves fechas la Audiencia deberá dictaminar si el recurso es oportuno o no.
Mientras tanto Aristrain permanece opaco a la mirada del fisco y de los jueces. El hombre de acero español se oculta utilizando Portugal como base de llegada a España para que no puedan cuantificarle los días resididos en España. Como es conocido, si se pasan más de seis meses en territorio español la tributación se debe realizar aquí y no en el país que se notifica como origen. Ahí está la clave del asunto, pues los investigadores de Hacienda, mediante la comprobación de los movimientos de las cuentas corrientes y los viajes de su avión privado, dictaminaron que el magnate del acero residía más de esos seis meses en España, aunque él afirmase que residía en su mansión de Gstaad en Suiza. Por eso acusan a Aristrain de defraudar 210,98 millones de euros entre 2005 y 2009.
Esta acusación ha provocado que Aristrain haya cambiado su forma de actuar. Ha vendido su avión privado y utiliza alquilados para moverse entre Suiza y Portugal, donde suele aterrizar en el Algarve y pasar por la frontera portuguesa para ir a su residencia en el palacete de San Leandro, en Sevilla, la finca Valdepuercas de 15.000 hectáreas, en Cáceres, o la finca Casa Toril, a 40 kilómetros al norte de Sevilla donde, además, posee una ganadería de toros de lidia. El caso es pasar desapercibido a ojos de Hacienda y la Justicia española. Por eso, cuentan sus allegados, tampoco suele utilizar móvil, ni pagar con tarjetas de crédito. Evita cualquier rastro que pueda dejar y que le haga computar días en España.
Se calcula que su fortuna pueda estar entre los 650 y los 1.000 millones de euros en la actualidad, por lo que la fianza de 750 millones de euros impuesta por el juez supondría un auténtico descalabro financiero para el industrial. En previsión de esta situación, Aristrain ha decidido vender su yate de lujo de 59 metros de eslora o alquilarlo. También podría vender su casa de Gstaad que está valorada en algo más de 100 millones de euros, la más cara del país helvético tal y como anunció la prensa suiza al construirse.
Un fugitivo que sigue haciendo negocios
La fortuna de Aristrain proviene de las empresas acereras de su padre, pero, bajo su mandato, la Corporación JM Aristrain ha crecido multiplicándose por muchos ceros. El grupo empresarial del padre se fusionó con otras empresas siderúrgicas para formar Aceralia (de la que tenía el 11% del accionariado) que, con el tiempo y las privatizaciones de José María Aznar, dieron lugar a Arcelor y posteriormente a Arcelor Mittal, el mayor gigante industrial siderúrgico del mundo.
Aristrain posee un 1% de las acciones de Arcelor Mittal, pero no se ha parado en la gestión solamente de esos productos acereros. En 2014 se hizo con el 80% del accionariado de Cunext Copper Industries, comprándoselo a CajaSur, la empresa con mayor facturación en cobre, alambrones, gramalla, perfiles y conductores de España, con una facturación superior a 200 millones de euros. Y, lo que es más importante, con fuerte implantación en las nuevas industrias.
También posee el 11% de Tubacex, la segunda empresa por facturación del mundo en tubos de acero inoxidable. Esta corporación ha firmado un contrato con la Compañía Nacional del Petróleo de Irán por 553 millones de euros en tres años para proveer de tubos para la extracción y producción de gas. Ya se viene hablando desde hace tiempo en los diferentes foros bursátiles la posibilidad de fusionar, de alguna forma u otra, a Tubacex con Tubos Reunidos para formar el gigante mundial de los tubos.
En las últimas fechas Corporación JM Aristrain también se ha hecho con un gran paquete accionarial de Haizea Wind por 55 millones de euros, empresa que construirá una serie de torres eólicas en los muelles de Bilbao. También ha conseguido, mediante un crédito de 25 millones de euros para desarrollo e investigación, entrar en el accionariado de la andaluza Carbures, empresa especialista en tecnología aeroespacial y piezas de avión, lo que entronca con su posesión de Cunext Copper y la presencia de su aliado Lakshmi Mittal en EADS, el constructor aeronáutico europeo.
A todo este emporio hay que añadir numerosas propiedades inmobiliarias, como la manzana posterior a la sede del PP en Génova, que incluye un palacete mozárabe y la antigua embajada del Reino Unido, que es gestionada desde Corporación JM Aristrain e Ideas de Metal, en cuya presidencia está Dámaso Quintana, su mano derecha y quien acude en su nombre a reuniones, eventos y firmas de acuerdos comerciales.
Un negocio creado con el favor del franquismo y el Opus Dei
Jose María Aristrain Noain creó Fundiciones Olaberría aprovechando el negocio de la chatarra al por mayor de su suegro y poco a poco se convirtió en uno de los siderúrgicos potentados del País Vasco gracias al plan los planes de desarrollo del franquismo. Esta actividad y su pertenencia al Opus Dei le permitieron generar amistad con el ministro de Industria franquista Gregorio López Bravo y con propio dictador, que le concedió la medalla al Trabajo.
Con el apoyo de ambos pilares fue construyendo su imperio acerero, por lo que llenó de prebendas al ministro franquista. Tras salir de los puestos políticos, Aristrain padre le ofreció a López Bravo la dirección de la patronal de la siderurgia Siderinsa y la administración del Stiftung Gordi, una sociedad pantalla situada en Liechtenstein que permitió la gestión patrimonial de forma completamente opaca. Como buen rico franquista, Aristrain siguió el patriótico camino de llevarse el dinero al extranjero (Suiza y Liechtenstein), no fuese a ser que viniesen los rojos y se lo quedasen. En ello contó con la ayuda inestimable de López Bravo.
No sería el único Stiftung de la familia, según apareció en los Papeles de la Castellana, poseerían otro con nombre La Guardia que se creó el 22 de agosto de 1974. También habría creado tres Anstalt (estructuras híbridas entre una sociedad mercantil y una Stiftung) para la tenencia de dinero y de acciones en otros países. Una diversificación de empresas pantalla que se repartirían por todos los paraísos fiscales, desde Curaçao hasta las Islas Vírgenes.
La hermana también oculta sus cuentas en el extranjero
Según Los papeles de la Castellana, María Ángeles Aristrain, hermana de José María, también habría estado ocultando al fisco español los dineros que el padre había estado enviando a Suiza durante años, con el consentimiento del sistema franquista. Dos de las empresas pantalla que creó Aristrain Noain, Ino Metal Trade Holding y Egui Ferro, recayeron por herencia en la hija y permanecieron ocultas al menos hasta 2014, sumando cerca de 19 millones de euros en esa fecha.
En 1974 se creó el Stiftung Laguarda con un capital de 50.000 francos suizos. Un documento de la Unión de Bancos Suizos fechado en 1994 cita a Mª Ángeles Aristrain como propietaria de la sociedad pantalla y como mandatario a General Trust Company. Un informe financiero de la misma entidad cifra el capital de esta fundación en ese año en alrededor de 24 millones de dólares. En 1995, Ángeles nombró como mandatario del Stiftung a un empleado de UBS Suiza, Andreas Welti, que recibió como remuneración por sus servicios 3.000 francos suizos anuales. Dos años más tarde, el cargo de mandatario habría pasado, según desvelaron los medios que denunciaron los Papeles de la Castellana, a Guido Meier, como representante de la asesora ubicada en Liechtenstein, Allgemeine Treuunternehmen, que recibiría a cambio 2.000 francos suizos anuales.
En 1988 Ino Metal Trade Holding, creada en 1978 según el Registro Mercantil de Liechtenstein, tenía como capital, según un informe financiero del banco Rothschild cifraba, 7,3 millones de dólares. Ino Metal pasó a estar a nombre de Ángeles en 1993, según muestra un documento por el que José María Aristrain reconoce el traspaso de esta sociedad al completo a su hermana, como herencia paterna, por la que los dos hermanos se repartieron el patrimonio paterno a partes iguales. En diciembre de 2014, el capital de Ino Metal ascendía ya a los 19 millones de euros (8,6 millones de francos y 12,3 millones de dólares). El Stiftung Gordi, que estuvo gestionado por López Bravo, había ascendido su capital en 1994 a 27,2 millones de euros y estaba ya bajo propiedad unitaria de María Ángeles Aristrain.
Como descubrió La Marea, entre la documentación relativa a Mª Ángeles Aristrain también aparecen los estatutos de una empresa pantalla llamada Plywood Trading Establissement, con sede en Liechtenstein, creada con un capital de 20.000 francos en mayo de 1966, que tenía como razón social la importación y exportación de mercancías, participaciones en empresas, inmobiliaria y negocios financieros, empresariales y jurídicos. Otro documento, fechado en noviembre de 1972, hace referencia a la sociedad Metro Properties N.V., esta vez con sede en Curaçao, en las Antillas neerlandesas, y a través de la cual se habría comprado un inmueble por 893.018 dólares, en Park Avenue, en Nueva York, en un edificio llamado The Galleria en el que actualmente las cifras que se piden por la venta de una vivienda comienzan en los 1,7 millones de dólares.
En España, María Ángeles Aristrain es también propietaria del 99,99% —el restante 0,01% está en manos de su ex-marido Alberto Díez de la Rivera— de Explotaciones Agrícolas de las Pueblas, una sociedad inmobiliaria creada en 1967. También tiene el 50% de Inmoferro y es presidenta de una Sicav llamada Tempera Inversiones, gestionada a través de Renta 4 después de la intervención de Fiscalía en Banco de Madrid.

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