En pleno periodo electoral para elegir al nuevo presidente de Ametic, la patronal de empresas tecnológicas y de telecos, llegó el bombazo. Las grandes compañías no estaban de acuerdo con la gestión de Manuel de Riva, futuro expresidente, y anunciaban su marcha. Desde la organización tensaban la cuerda e invitaban a presentar una alternativa. Un cisma en toda regla que proyecta un país que necesita de tecnología, pero que no todos los actores del sector están a la altura.

Y la última escena de este peculiar sainete se ha vivido el martes, cuando debía conocerse el nombre del nuevo presidente. Tan solo optaba al cargo De Riva, que lógicamente saldría reelegido. Todo esto, cuando las grandes telecos (Telefónica, Orange y Vodafone) ya habían mostrado su malestar ante las decisiones tomadas en Ametic, y tenían pensado marcharse.

Pero la sorpresa llegó cuando el hasta ahora presidente anunció su intención de no ser reelegido y, por lo tanto, dejar el puesto vacante. De Riva ha tomado la decisión «por el bien de la asociación», dice. Además, lo hace para dar opción a que se presente otra candidatura que intente conseguir «el consenso» de los asociados.

En su discurso, De Riva ha querido irse matando, como en estas últimas semanas. Ha criticado que «hay unos pocos que no admiten el juego democrático» y los valores a los que se refiere el artículo 7 de la Constitución, relativo a la democracia que debe regir la estructura interna y funcionamiento de patronales y sindicatos. También ha señalado que «hay quienes en lugar de presentar la candidatura que crean que defiende sus intereses, han preferido romper el proceso desde fuera, creando un daño grave».

Con otro puñado de frases en un tono beligerante, De Riva deja abierta una brecha en el seno de Ametic que solo refleja, para los que asisten como espectadores, la sensación de una lucha de poderes para salir bien colocados cuando llegue el turno de las fotos.

Una España con paso firme tecnológico

Pese al sinsentido que se está viviendo en Ametic, parece que la tecnología levanta cabeza tras la crisis. En concreto, la facturación del sector TIC y de los contenidos creció en 2015 un 8,5%, lo que se traduce en 97.931 millones de euros, según datos de la nueva edición del ¡Informe anual del sector TIC y de los contenidos¡ realizado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), dependiente del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

El balance es también positivo para el resto de indicadores analizados, entre los que se incluyen la creación de empleo: los puestos de trabajo del sector ascendieron en 2015 un 6,1% hasta situarse en 453.575 personas, la cifra más alta desde 2009.

Igual sucede con el número de empresas, 32.103, con un crecimiento del 4,2%. La inversión en el año 2015 es el indicador económico que más crece (15,2%), y alcanza los 17.372 millones de euros. De esta forma, el sector TIC y de los contenidos aporta a la economía española 46.296 millones de euros, es decir, el 4,9% del PIB del país.

Un rompecabezas por cuadrar

Esas son las cifras; el galimatías de Ametic, quien pone la cara. En realidad se trata de un organismo que, al margen de organizar el Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital de Santander, no tiene una incidencia directa, aunque sí representativa. Sobre todo para las pequeñas empresas, esas por las que operadores de telefonía, así como Ericsson, Nokia, ZTE y otras tantas no quieren “pagar la fiesta”.

Sea como sea, la imagen no es positiva. Si es cierto lo que cuenta De Riva, parece que ha habido malas prácticas y casi chantaje para que se fuera. Y si no lo es, puede que los operadores de telefonía quieran de verdad una patronal propia que les represente.

Mientras, hay tres asuntos que urge revisar. Y desde Ametic, con tanta guerra interna, nadie se ha pronunciado al respecto. Ni se sabe qué harán con ellos.

Economía colaborativa

Entre los asociados de la patronal está Blablacar, plataforma para compartir vehículo, que actualmente tiene un juicio abierto tras las acusaciones de Confebus por competencia desleal. ¿Cómo va a afrontar Ametic los nuevos patrones de economía colaborativa? De entrada, debe defender a este tipo de empresas, entre otras cosas para ganar asociados, ¿pero hasta qué punto se puede desafiar a la ley y otras patronales sectoriales?

Al próximo presidente, sea quien sea, no le queda más remedio que mojarse como, por ejemplo, ha hecho la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con la emisión de informes favorables a estas empresas. Y no valdrá quedarse indiferente.

Regulación de nuevos sectores

Otro asociado que crea una vía de debate es Digital Origin. La startup tiene entre sus actividades la financiación digital de microcréditos. Hablamos de fintech: la gestión de servicios financieros por canales únicamente tecnológicos. ¿El problema? La mayoría de estas startups operan sin regulación ni supervisión por parte de los organismos pertinentes: Banco de España y CNMV.

Hace unos meses se presentó el ‘Libro Blanco del sector fintech e insurtech’. De momento no se conoce la posición clara de Ametic sobre estas empresas, sus prácticas… Además, necesitan que el Gobierno actúe cuando antes. ¿Ejercerá Ametic de lobby?

Las malas americanas

Nadie desde Ametic explica cómo se gestionará la creciente tensión entre compañías como Apple, Facebook y Google, cuyas filiales están asociadas a Ametic, y cada vez querrán tener mayor presencia.

Son conocidos los cruces de declaraciones sobre el uso de las infraestructuras de red, si deberían aportar algo en la inversión, etc. Además, siempre surge el tema impositivo, algo que Ametic tampoco debería tomar a la ligera.

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