Hace apenas unos días se daba por zanjado el cisma de Ametic. Pero nada más lejos de la realidad, la patronal de empresas tecnológicas y de electrónica ha querido dar un último golpe a los disidentes de la asociación. En un comunicado bastante duro, llegan a insinuar que su salida es positiva. Pero también les sitúa en un espectro de negocio muy limitado, algo que los operadores de telecos han dejado atrás hace bastante tiempo.

Una vez que se ha escenificado el divorcio total entre Ametic y los operadores de telefonía (más sus proveedores) en la pasada Asamblea General, y con la nueva fecha para elegir presidente ya dispuesta, el cruce de navajas no cesa.

En un comunicado, aseguran desde la patronal que «el grupo minoritario de empresas críticas que, en primer lugar, se opuso a la continuidad del hoy presidente en funciones José Manuel de Riva, han propiciado un linchamiento mediático de su figura tan absurdo como inicuo». A su vez, aseguran que el objetivo final de estas empresas, encabezadas por Telefónica, era «tomar el control absoluto de la Asociación».

No se sabe muy bien por qué deseaban tomar el control, sobre todo cuando estas grandes compañías tienen una capacidad de gestión (y presión) ante los poderes públicos y el regulador, que no necesitan de una patronal para defender sus intereses. Pero la gran confusión que estable Ametic en su comunicado tiene que ver con la naturaleza de estas empresas discrepantes.

No son solo telecos

«Desde un punto de vista operativo la Asociación gana flexibilidad (…) Y al tiempo, el regulador gana foco a la hora de identificar a todas estas empresas de infraestructuras de telecomunicación en un ámbito separado de Ametic, pudiendo diferenciar políticas de impulso a la economía digital, de los aspectos meramente regulatorios del mercado de las telecomunicaciones». (…) » posiblemente se ha dado un paso lógico, diferenciando a los operadores de telecomunicación, acompañados por algunos de sus suministradores, del amplio ecosistema de la Economía Digital, tal y como sucede en el resto de Europa».

¿De verdad cree esto Ametic? Echando un vistazo rápido a la actualidad del último año en la actividad de los principales operadores, parece que van mucho más allá de ser meros conectores de telefonía.

Orange tiene la previsión de lanzar el primer banco móvil en España impulsado íntegramente por una compañía de teléfono. En el caso de Telefónica, ha suscrito acuerdos con aseguradoras para posicionarme como un player en el ámbito del insurtech. Mientras que Vodafone, como todas las demás, se ha convertido en un gestor de contenidos televisivos de referencia.

Y hay mucho más. Desarrollo de negocio en el big data, o grandes acuerdos para potenciar el internet de las cosas en cualquier tipo de negocio. ¿En serio que los operadores de telefonía son diferentes a las empresas que se encuentran, según Ametic, en el ámbito de la economía digital? Ellos son la economía digital, debido a su capacidad económica.

Un futuro confuso

Que haya menos dinero y el altavoz sea más pequeño, puede derivar en que otras muchas empresas no encuentren acomodo en Ametic. Hace una semana se llevó a cabo la presentación del Libro Blanco de las fintech para armonizar su regulación. Estas empresas, que podrían ser consideradas también parte del engranaje tecnológico, están muy lejos de cualquier acercamiento a la patronal. Destaca Digital Origin como asociado, y poco más.

Y lo mismo sucede con empresas del ámbito de la economía colaborativa. Un ejemplo es Blablacar, con un proceso legal sin precedente donde Ametic no ha tenido ninguna palabra. Así, no parece que los Airbnb, HomeAway, Uber, etc., vayan a tener interés.

Por lo tanto, no parece que sea motivo de celebración que la patronal reduzca su ámbito de actuación a quienes se han quedado. Sobre todo porque el terreno de la economía digital es demasiado amplio para prescindir de nadie.

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