Los políticos tienen una tendencia natural a prometer cosas. Empleo, infraestructuras, colegios… y también, cómo no, conexión a internet de máxima velocidad en todos los sitios de España. En concreto, Álvaro Nadal ha asegurado que en 2020 habrá un 98% de la población con cobertura de al menos 30 Mb/s. Ahora mismo, ni siquiera esa cifra tiene conexión de 2 Mb/s.

El nuevo ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital quiere sentar las bases del que será su legado. En la parte tecnológica de “agenda digital”, sabe que una de las prioridades es que exista la mejor conexión posible a internet.

Para ello, esta semana, durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados, Nadal ha incidido en que la implantación del 5G es una de las bases del desarrollo tecnológico, por lo que la liberalización de la frecuencia de los 700 Mhz, actualmente ocupada por las cadenas de televisión. Todas estas líneas de actuación son lógicas. El problema es que, como cualquier político, ha tenido que pisar charcos.

En su plan nacional de extensión de la banda ancha ultrarrápida., el Gobierno quiere garantizar que dentro de tres años el 98% de la población tengo una cobertura de al menos 30 Mb/s, mientras que el 2% restante pueda estar conectado a esta velocidad mediante satélites y otras tecnologías inalámbricas.

La fotografía ahora mismo no invita al optimismo:

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Fuente | Ministerio de Industria

Pero tampoco llama al optimismo la evolución que ha habido en los últimos años:

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Fuente | Ministerio de Industria

Además, cabe destacar que, precisamente, en las zonas menos pobladas y con más necesidad, es donde cuesta más llevar el despliegue. Por lo tanto, es probable que el ritmo sea más lento.

Los otros problemas de Álvaro Nadal

Para hacer estas declaraciones, el ministro Álvaro Nadal parece no haber contado con la opinión de los afectados. Por una lado quienes desplegarán esa fibra hasta el 98% de la población y, por otro, ese 2% que lo hará con tecnologías vía satélite.

En este segundo punto, fuentes del sector destacan a SABEMOS que “el problema que tienen los operadores de satélite para llegar a estas zonas es la comunicación y el marketing. No es tan importante recibir ayudas económicas por parte de la administración pública, lo relevante es que colaboren con nosotros en la difusión de las ofertas y la tecnología disponible”.

Añaden que “determinados colectivos en las zonas rurales, como las personas mayores, sí requieren de ayudas por parte de las administraciones para poder acceder al mundo digital, no solo desde el punto de vista de la conexión si no de forma más general, equipos, formación, etc”.

Desde otra compañía especializada en las conexiones alternativas, nos señalan que “quien se preocupa de verdad por los despliegues es la administración local porque lo viven de cerca. El Gobierno central solo atiende a las estadísticas que en muchos casos no se acercan a la realidad. Porque hay zonas donde se presupone que llegan ciertas tecnologías o velocidades y luego no es así”.

Pero ese 2% quizá sea el menor de sus problemas. La cuestión es qué harán los operadores con red. La pugna de Telefónica con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la obligación de los azules a abrir su red a la competencia, para que éstos den servicio, todavía sigue latente.

Además, los operadores son muy claros: llevarán fibra a donde les sea rentable. ¿Y el resto? Eso será lo que tenga que solucionar Álvaro Nadal, que ya se ha comprometido a ello.

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