Trasvase Tajo-Segura.

Alianza Verde ha manifestado que continuar o, incluso, incrementar la «guerra del agua» entre territorios «es tan irresponsable como contraproducente y nos aleja irreversiblemente de encontrar soluciones o puntos de acuerdo, cuando todas las previsiones científicas y los datos hoy existentes ponen de manifiesto una disminución de agua en todas las cuencas hidrográficas españolas».

Asimismo, desde el partido verde señalan que «negarse a la fijación de un caudal ecológico no es realista ya que, simplemente, supone condenar a muerte al Tajo y, con él, a las propias zonas demandantes de agua».

Recuerdan que «estamos en situación de emergencia climática y la realidad es que eso está suponiendo mayores episodios de sequías y de lluvias torrenciales en las zonas litorales y prelitorales que tampoco posibilitan el aprovechamiento del agua caída».

Por eso, propone a corto plazo aumentar los esfuerzos en la disponibilidad y uso de aguas desalinizadas y regeneradas y que, en paralelo, «se acometa una regulación de la demanda en las zonas receptoras».

La formación critica que, en plena situación de emergencia climática y de escasez estructural de agua, «en la cuencas cedentes siguen aumentando las demandas a causa del crecimiento desenfrenado de la superficie agrícola a regar, los nuevos desarrollos urbanísticos y las crecientes necesidades del sector turístico».

Esta es una de las razones por las que piden que «seamos realistas y reconozcamos que nunca se han cumplido las previsiones del trasvase porque nunca ha habido en el Tajo el agua suficiente para los 400h3 anuales que debían llegar al Segura y que se han quedado apenas en una cuarta parte. De las cuales un tercio son para las comarcas alicantinas. Y esa cantidad de agua es relativamente fácil de sustituir mediante la mejor gestión de las aguas regeneradas y recuperadas y de la ampliación de las capacidades de desalación. Estamos por tanto ante una guerra que tiene mucho de política y poco de técnica y científica».

Por tanto, y en opinión de Alianza Verde, el verdadero objetivo a medio y largo plazo es «empezar cuanto antes una fase de reducción de la hectáreas de regadío, de transformación de nuestro modelo agrario hacia la sostenibilidad y perfectamente coherente con el proceso de transición ecológica en la que, globalmente, estamos y hacia el que Europa nos aboca».

A sus vez se muestran alarmados, «desde el ecologismo político que representamos», al ver cómo esta problemática se aprovecha para la lucha partidista electoral «haciendo extraños compañeros de pancarta que van desde la ultraderecha de VOX a formaciones progresistas que se dicen preocupadas por la ecología, el medio ambiente y el futuro del planeta».

Caudal ecológico, una demanda de la UE

El caudal ecológico para el Tajo lo reclama la normativa europea, lo establecen los tribunales en más de 5 sentencias firmes «y lo exige la defensa de nuestro entorno y la naturaleza de la que formamos parte», apuntan. «El Tajo es un río súper explotado y contaminado que necesita ser regenerado, así como el conjunto de nuestras cuencas hídricas. España debe cumplir las directivas europeas de gestión del agua que ahora no se cumplen. No podemos seguir ampliando regadíos y urbanizando el litoral. Una planificación racional de nuestros recursos hídricos obligan al gobierno de España a actuar como lo está haciendo».

Para Alianza Verde, «radicalizar las posturas, abonarnos al tramposo e irreal eslogan de Agua para Todos no traerá ni una gota suplementaria y solo servirá para alejarnos más de las soluciones», y por eso insisten, «garantizar un caudal ecológico para el Tajo no sólo evita su desaparición sino que asegura la continuidad de la vida en todo su recorrido, agricultura mediterránea incluida».

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí