Desde que llegó a la alcaldía de Barcelona, Ada Colau ha sido muy pragmática en sus principios urbanísticos. Dejó claro que el turismo no podía seguir comiendo terreno a los ciudadanos de la capital catalana. Por eso, buscó poner en su sitio a la plataforma de alquiler turístico Airbnb y al sector hotelero en su conjunto. Tiempo después el tiro ha salido por la culata… y con retranca.

La pasada edición del ‘Mobile World Congress’ (MWC), la famosa feria de tecnología móvil, ha puesto de manifiesto que la moratoria hotelera de la alcaldesa de Barcelona únicamente consigue que Airbnb siga creciendo.

En concreto, desde que Ada Colau estableció que no se podían construir más hoteles en la capital catalana, la plataforma tecnológica no ha parado de tener mayor influencia. Según una cifra aproximada que ha dejado caer la compañía, cerca de 40.000 personas habrían utilizado sus servicios durante la semana pasada. Quizá no se corresponda a la realidad, pero constata que ha habido un incremento muy importante con respecto a los 30.000 anfitriones que supuestamente tuvieron el año pasado.

El motivo son los precios y la propia ocupación. La feria sigue incrementando el número de visitantes, pero la disponibilidad hotelera no ha crecido en consonancia. Además, debido a la falta de oferta, los precios han decidido volar por su cuenta y muchas personas han decidido no rascarse a fondo la cartera.

Airbnb saca partido de la ley de oferta y demanda

Según la consultora Magma Hospitality Consulting, la previsión que tiene para 2017 es que el precio por habitación en los hoteles de Barcelona aumente entre un 10% y 12%. Cifra que se sumaría al crecimiento del 10% que ya se ha registrado este 2016, unos datos que asegura que se han producido a raíz de la moratoria hotelera impulsada por Ada Colau.

Además, un informe de la propia consultora presentado el mes pasado, dejaba constancia de que Barcelona se había convertido en una de las capitales europeas con los precios hoteleros más altos. Asimismo, se destaca que la ciudad condal tiene en su agenda socio-económica muchos eventos que atraen de forma masiva a viajeros. Por lo tanto, el precio alcanza picos en fechas como la del MWC.

Bajo este paradigma, y cuando se ha conocido la relación de los últimos 45 hoteles que eludieron la moratoria, en Airbnb se frotan las manos. Para la plataforma estadounidense es motivo de alegría que Ada Colau se saltase capítulos enteros en su manual de economía donde se trataba la ley de oferta y demanda.

De este modo, pese a la lucha que la alcaldesa mantiene con Airbnb sobre los supuestos alquileres ilegales y demás, por el momento solo está consiguiendo dar alas a la compañía debido a que los actuales hoteles pueden disponer los precios que quieran sabiendo que no habrá más competencia durante varios años.

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