Unos 1.400 tripulantes de cabina (azafatos) de la compañía de Globalia firman contratos indefinidos de 101 días por año. Obligada por la Inspección de Trabajo a convertir el empleo temporal en fijo, la aerolínea dice que “había que elegir: o contratar a unos pocos y echar a la calle al resto o repartir el trabajo que hay entre todos”.

Air Europa tenía hasta ahora azafatas, y azafatos, que trabajaban como empleados fijos y otros que lo hacían con contratos temporales. Unos 1.400 tripulantes de cabina de pasajeros (TCP, que ése es el nombre técnico que se utiliza en el sector aéreo) trabajaban unos seis meses al año y los otros seis meses se iban al paro, cobrando prestación.

La situación no era nueva, muchos de esos 1.400 azafatos temporales la vivían desde hace años. Y la situación aparentemente no es excepcional, porque “todas las aerolíneas del mundo tienen TCP temporales para cubrir los picos de demanda”, explica un portavoz de la aerolínea de Globalia, el grupo presidido por Juan José Hidalgo.

En enero del año pasado el sindicato USO denunció la situación ante la Inspección de Trabajo. Y un año después, el pasado febrero, la Inspección de Trabajo determinó que Air Europa estaba obligada a convertir esos trabajos temporales en indefinidos porque estos empleos respondían a “necesidades permanentes” de la compañía y que encadenar año tras año empleos temporales era irregular. El dictamen afectaba sólo a 400 TCP, los asentados en Madrid, que eran específicamente sobre los que versaba la denuncia de USO.

Air Europa, consciente de que la resolución de Inspección de Trabajo acabaría por afectar al resto de trabajadores en la misma situación y no sólo a los que tenían base en Madrid, buscó dar una solución global. Y la decisión de la compañía aérea fue hacer indefinidos a los 1.400 auxiliares que hasta entonces eran temporales. Pero el aparente final feliz contenía muchos peros.

101 días al año y exclusividad

Esos 1.400 empleados disponían de un plazo máximo que expiraba el pasado viernes para firmar su nuevo contrato. Pero el nuevo contrato (indefinido, sí) contemplaba una jornada laboral equivalente a un 27% del tiempo completo y se concentraba en 101 días del año, la temporada alta. Esto es, son empleos indefinidos pero sólo para poco más de tres meses año.

“La compañía tenía que elegir: o hacer fijos sólo a unos pocos tripulantes y echar al resto a la calle, o repartir entre todos el trabajo que hay”, sostienen fuentes de Air Europa. Y la aerolínea optó por repartir el trabajo, a razón de 101 días de empleo. “Es una cuestión de equidad. No hay trabajo para todos, y se prefirió repartirlo”.

Los empleados convocados a firmar el nuevo contrato lo firmaron. Pero el gran problema es que la compañía les exige exclusividad. Fuera de esos 101 días que atenderán a los viajeros de Air Europa no pueden trabajar como tripulante de cabina en ninguna otra aerolínea. Pueden trabajar para otras aerolíneas en otros puestos, o en cualquier otra empresa en cualquier otra función. Pero nada de ejercer de azafatos. Y además, en principio, su nueva situación laboral les deja sin opción de cobrar prestación por desempleo.

Desde la compañía se justifica que esa exclusividad es una cláusula a la que obliga el actual convenio colectivo, que es una situación que se arrastra de convenios actuales. La dirección de la aerolínea mantiene negociaciones con los sindicatos de los tripulantes con el objetivo de reformar el convenio y así regular la nueva figura de los TCP fijos a tiempo parcial, que hasta ahora no existía. Y de esa negociación puede salir una solución a la obligatoria exclusividad que se exige ahora a los tripulantes.

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