Inundaciones en la provincia de Baluchistán, Pakistán. Foto: ONU/Shirin Yaseen

Las últimas inundaciones en Pakistán han dejado bajo el agua a un tercio del país. Más de 1.250 personas han muerto, un millón de casas han sido completamente destruidas y al menos 33 millones de personas se han visto afectadas. Las estimaciones de los daños totales superan ya los 10.000 millones de dólares, pero el impacto será mayor, ya que las inundaciones han impactado sobremanera en las cosechas.

Si bien las inundaciones durante el monzón son habituales en Pakistán, el cambio climático hace que estas sean más severas y frecuentes, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). En este caso, las fuertes lluvias estarían relacionadas con una temperatura más alta de lo habitual en el mar Arábigo.

Olas de calor y deshielo de glaciares

Las intensas olas de calor sufridas en primavera también han contribuido a las inundaciones, pues han incrementado el deshielo de los glaciares del Himalaya pakistaní. El país paga así las consecuencias del cambio climático, a pesar de que es responsable de menos del 1% de las emisiones antropogénicas que contribuyen al calentamiento global del planeta.

Ante esta situación, activistas por la justicia climática de todo el mundo se han unido al llamamiento #PakistanIsOurStory. Demandan responsabilidades a los países que han colonizado y explotado, así como a las empresas que se benefician de la destrucción del clima por la crisis ecológica y las pérdidas de vidas humanas que han provocado.

 Velero Diosa Maat en la bahía de Algeciras. Foto: Ecologistas en Acción

A lo largo de todo el fin de semana organizaciones de California, Camerún, República Democrática del Congo, Dinamarca, Alemania, Portugal, Rumanía, Suiza y Washington D.C han salido a las calles para denunciar la situación. En el caso de España, Ecologistas en Acción se ha sumado, desde la bahía de Algeciras, a bordo del velero Diosa Maat, y se espera que más grupos activistas se unan en los próximos días.

Aisha Baloch, activista de Fridays For Future Pakistán, señala que “la mayoría de las regiones afectadas son zonas con comunidades vulnerables y marginadas, como en Balochistán, donde las inundaciones han aumentado las desigualdades, la falta de acceso a la ayuda humanitaria y la represión”.

Sin apenas ayuda internacional

Respecto a la ayuda internacional, que apenas llega, la activista paquistaní Ayisha Siddiqa denuncia que “a un país con emisiones de CO2 del 0,98 % per cápita y que ha contribuido a la crisis climática en menos del 0,5 %, nos tiran migajas y nos dicen que estemos agradecidos. Imagina que, por todo lo que has perdido, te dieran 1 dólar”.

Las demandas desde el activismo climático pasan por la reparación de los daños producidos en Pakistán, la cancelación de la deuda y la acción climática para que la temperatura de la Tierra no suba de los 1,5 ºC.

Deuda externa en aumento

La deuda pública externa de Pakistán alcanzará  los 28.300 millones de dólares en 2022-23, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas cifras crecerán como consecuencia de los 10.000 millones de dólares en pérdidas que el país ya ha sufrido y los enormes gastos necesarios para la reconstrucción y la rehabilitación. En el momento actual de inundaciones, desempleo, hiperinflación y enormes costes de reconstrucción, las exigencias de austeridad y de aumento de impuestos «no son más que un auténtico ataque a la vida misma en Pakistán». Por eso, para los activistas, la primera acción internacional ha de ser la de cancelar la deuda.

Ammar Ali Jan, miembro del Movimiento Haqooq-e-Khalq de Pakistán, afirma que “no sólo pedimos que se alivien las inundaciones, o incluso que se alivie la deuda, sino que se repare el clima en Pakistán».

Sara Bourehiyi, portavoz de Ecologistas en Acción, advierte de que “no podemos permitir que las personas con menos responsabilidad sobre el cambio climático paguen las peores consecuencias. Por justicia climática.”

Guterres de queda sin palabras ante la tragedia

El Secretario General António Guterres (izquierda) fue testigo del impacto de las inundaciones en las provincias de Sindh y Baluchistán. Foto ONU/Eskinder Debebe

Este fin de semana, el titular de la ONU reiteraba la necesidad de que la comunidad internacional aporte “un apoyo financiero inmenso y urgente para Pakistán”. La magnitud de la destrucción en país asiático dejaba a António Guterres sin palabras.

“He visto muchas catástrofes humanitarias en el mundo, pero nunca había visto una “carnicería” climática de esta magnitud. Simplemente no tengo palabras para describir lo que he visto hoy: una zona inundada que es tres veces la superficie total de mi propio país, Portugal”.

Impresionado por la «profundidad incuantificable del sufrimiento humano» que había presenciado, subrayaba que también había visto «grandes cotas de resistencia y heroísmo humano, desde los trabajadores que entregan ayuda de emergencia hasta la gente corriente que ayuda a sus vecinos».

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